La Academia de Cine celebra la vida y obra de este cineasta alejado de las corrientes de moda y seguidor de impulsos. Maestro en la adaptación de obras literarias, el autor de las versiones cinematográficas de La colmena (1982) y Los santos inocentes (1984) fue merecedor del Goya de Honor en 2011, estatuilla que recogió homenajeando al oficio del cine “que te hermana con los maestros de la luz y de la música”.