Kiko de la Rica: «El aprendizaje es continuo»

Por Juan MG Morán · 22 abril, 2015

El director de fotografía recibe el Premio Ricardo Franco 2015

Con los cincuenta recién cumplidos, a Kiko de la Rica el Premio Ricardo Franco le ha puesto frente a frente con su pasado y se ha parado a pensar cómo ha evolucionado profesional y personalmente. Siente que acaba de empezar y que aún tiene mucho por aprender.

 

No ha tenido maestros, se considera autodidacta porque nunca ha trabajado con otros fotógrafos. ¿Cómo ha aprendido? “Trabajando, buscando y aportando lo necesario para conseguir los resultados deseados. Aquí entra en juego todo el equipo, y de ellos y los directores con los que he compartido rodajes he aprendido mucho”, resalta.

Este bilbaino ha trabajado muchos años a la sombra de la generación de realizadores vascos que comenzó a filmar en los años noventa. Cree que a Julio MedemÁlex de la Iglesia o Pablo Berger no les une nada más que el “pertenecer a una misma generación. Álex y Medem son el blanco y el negro de Berger; gracias a Dios cada uno es de una madre. Hacen películas muy diferentes, pero igualmente ricas”. Ellos le hicieron participar en títulos como La comunidadTorremolinos 73 o Lucía y el sexo. En este último título, Kiko de la Rica fue pionero a nivel europeo al rodar en HD –“Rodar en fílmico o digital para mí es esencialmente lo mismo. Hemos perdido en algunas cosas y ganado en otras, pero no apuntaría grandes diferencias”–.

Al lado de Álex de la Iglesia ya estaba en el rodaje del corto Mirindas asesinas (1991). Les une su amistad y la pasión por hacer cine, “después de tantos años nuestra complicidad y entendimiento crece, se acopla. Estoy convencido de que el hecho de trabajar juntos a lo largo de tantos años es lo que hace que nuestra relación sea tan fructífera”. Por ser un director muy visual, De la Rica puede ser “atrevido, excesivo y valiente con la luz. Sé lo que él quiere y sabe lo que puedo dar”.

Un afortunado que trabaja

En la ciudad de Málaga recibirá un galardón que ya fue otorgado en ediciones anteriores a compañeros comoJosé Luis AlcaineSara Bilbatua o Roque Baños. De la Rica no ha trabajado fuera en muchas ocasiones, pero sí lo suficiente como para darse cuenta de que en otros países “hay peores técnicos y no mejores. Hubo una época en la que en nuestro país se rodó mucho cine internacional y eso nos hizo aprender. Enseñaron a nuestros meritorios y en la actualidad los técnicos españoles son excelentes. Además, a la gente que hace cine le gusta su trabajo y todo es cuestión de adaptarse, ser tenaz y amar aquello que haces”.

Y él ama la luz. En cuanto a la profesión, De la Rica, ganador del Goya® por Blancanieves, afirma que no ha cambiado tanto como parece –“Muchos pueden creer que la tecnología hace que todo cambie muy rápido, y que eso afecta al oficio del cine, pero personalmente creo que dos décadas no es un tiempo suficiente para apreciar cambios sustanciales. Quizá esta cuestión, si ha cambiado mucho la profesión o no, pueda responderla mejor alguien que lleve mucho más tiempo en esta tarea”–.

Por delante tiene el estreno de Ma Ma, de Julio Medem, de la que no puede contar nada pero si que atisba a declarar que está muy contento con su labor, “en parte gracias a un gran equipo”. Al margen delicardo Franco, está contento pues se considera “un afortunado. Sigo trabajando: a finales de marzo termino de rodar una película y tengo dos proyectos sin cerrar para este año”. Para él, todo rodaje continúa siendo un reto: “Los lugares y la gente son distintos; siempre hay algo que descubrir, que te sorprende y, por supuesto, el aprendizaje es continuo. Eso es lo que hace maravilloso el oficio de cineasta”.

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