Fernando Trueba, Premio Nacional de Cinematografía 2015

19 septiembre, 2015

El cineasta recoge el Premio Nacional de Cinematografía 2015

Protagonizó una de las ceremonias más aplaudidas y festejadas y el galardonado no defraudó. Felicitaciones, palmas y ovaciones para Fernando Rodríguez Trueba cuando recogió el Premio Nacional de Cinematografía, galardón que desglosó vocablo a vocablo. Y es que, cuando al director y guionista madrileño le comunicaron que era el destinatario de este trofeo dotado con 30.000 euros, lo primero que pensó es que “no era la persona indicada. No es modestia, porque tengo un ego como una casa, sino porque creo que los premios hacen más débiles a las personas, más tontas y más viejas, tienen un punto peligroso”, comentó.

El cineasta empezó por el principio. Por la palabra ‘premio’ que le recuerda a su gran amigo Rafael Azcona –“Azcona siempre decía que los premios tenían que ser secretos y tener dotación económica, ésta segunda clausula la cumple, afortunadamente”–. Después, precisó lo que para él significaba ‘nacional’. “Nunca me he sentido español, ni en los partidos de los Mundiales. Esta palabra no me gusta nada, que es mi primer término favorito, el segundo es desertor. Nunca me he sentido nacional, y en caso de guerra, creo que siempre iría con el enemigo. Estoy a favor de destruir las fronteras”.

El autor de La niña de tus ojos, que logro siete goyas, confesó ante los invitados que culturalmente “no tengo identidad” y que Cervantes le gustaba muchísimo, pero no más que Shakespeare o Balzac. Y hablando de música, su favorita es el jazz, “el arte americano por excelencia”.

De sus conflictos con la palabra ‘nacional’ a ‘cinematografía’, campo en el que se explayó. “Se ha escrito mucho sobre la relación del arte con lo sagrado, teoría que no comparto porque creo que el origen del arte es pornográfico”- ¿Ejemplos? “Después de filmar la salida de misa y la llegada del tren, se empezó a hacer porno. Los pioneros fueron los hermanos Baños, Ramón y Ricardo, a los que el conde de Romanones encargó una serie de películas porno para Alfonso XIII”. De estas películas, Trueba ha visto tres tituladas El confesor, El consultorio de señoras y El ministro.

El discurso del que fue presidente de la Academia de Cine en 1988 suscitó risas y aplausos. Trueba, sin papeles en la mano, se despidió con una petición a “todos” los Gobiernos, políticos y partidos, a los que demandó “libertad y protección. Hemos vivido mucho la cultura del grifo, el controlemos la cultura. Yo sueño con un instituto del Audiovisual que dependa de la profesión y con unas televisiones públicas que lo sean de verdad. Es una petición muy sencilla que espero que no sea a cambio de nada, sólo porque pagamos nuestros impuestos”.

Fernando Trueba estuvo arropado por su mujer, la productora Cristina Huete, por su hermano David, y por el presidente de la Academia, Antonio Resines; el director de fotografía José Luis Alcaine; los responsables de los festivales de Málaga y Sevilla, Juan Antonio Vigar y José Luis Cienfuegos, respectivamente; el productor José Manuel Lorenzo; y los cineastas Juanma Bajo Ulloa, Patricia Ferreira y Daniel Guzmán, que asistieron a la ceremonia celebrada en el Museo San Telmo de San Sebastián, ciudad vinculada a la infancia y juventud del ministro de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo, para quien en  “tiempos  difíciles como éstos, las cifras de espectadores y el éxito demuestran el talento de nuestro cine. El talento merece recompensa».

El titular de Educación, Cultura y Deporte fue aplaudido cuando manifestó que había que tener “tolerancia cero con la piratería. El talento no es gratis, y esto hay que enseñarlo en los colegios”. Méndez de Vigo también se pronunció sobre el IVA cultural, cuya bajada se realizará “cuando podamos”.

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