Adiós a Miguel Picazo, un envenenado del cine

25 abril, 2016

Miguel Picazo, director jiennense de la emblemática La tía Tula y Goya de Honor 1997, falleció este sábado en Cazorla

Miguel Picazo la vida le condujo irremediablemente al cine. En Cazorla, ciudad en la que ha fallecido este sábado, las circunstancias le hicieron compañero de clase del hijo del empresario del cine, lo que le llevaría a amar decidida y apasionadamente este arte para siempre, “me envenenó: era mi opio. A los ocho años ya decía que iba a dedicarme a ello”. Estudió en la madrileña Escuela Oficial de Cine, donde en su examen de ingreso obtuvo la segunda mejor nota de su promoción (el primero fue Fernando Sánchez Dragó), y en este mismo centro al terminar sus estudios se convirtió en profesor a petición de Carlos Saura –“Siempre quise enseñarle a mis alumnos que lo importante es el lenguaje”–. Él tenía claro lo que el cine le había enseñado a él, “a vivir, a trabajar, a comunicar, a estudiar, a indagar en el ser humano y a utilizar un lenguaje hermoso, expresivo y vivo, que es el mismo en cuyas coordenadas se mueve el ser humano: el espacio y el tiempo”.

Tras una incursión en el cortometraje, Habitación de alquiler, rodó su ópera prima y la que se convertiría en obra maestra de nuestra cinematografía. La tía Tula, adaptación de la obra de Unamuno, sufrió ocho cortes de la censura: “había una escena que era clave: la tarde en que Ramiro pasea solo y Tula, con sus amigas, camina hacía una meditación. Hablaban de la virginidad como valor vivo y operante en la mujer de entonces; se marcaba ahí el abismo insondable que había entre Tula y Ramiro. Estoy convencido de que con los cortes La tía Tula perdió carga en profundidad”.

Picazo confesó con el tiempo que estuvo tentado para hacer una segunda parte de la película tras enterarse leyendo el periódico del fallecimiento del intérprete Carlos Estrada en noviembre de 2001 –“Tras la muerte de Ramiro, Tula seguramente cogería las maletas y se iría a ver qué pasaba con sus sobrinos, con Juanita, y con los hijos del nuevo matrimonio. Sería la aventura de Tula con esta nueva familia, pero en ella todo ya habría cambiado…”–. En su decimoquinta edición, el Festival de Málaga homenajeó esta cinta como película de oro.

En cine no volvió a tener un éxito como el que alcanzó con su primera obra, “La tía Tula se defiende por sí misma, pero Luis Buñuel le dijo al periodista García Rayo que era la película española que más le gustaba y Umberto Eco, tras haber visto cine de la llamada Escuela de Barcelona, aseguró que solo perduraría mi historia por ser auténtica y sincera”. Completaron su filmografía Oscuros sueños de agostoLos claros motivos del deseo, El hombre que supo amar Extramuros, aparte de dirigir producciones para televisión como Crónica de un pueblo Cuentos y leyendas, entre otras. Como intérprete se prodigó en títulos como El espíritu de la colmena, de Víctor EriceRemando al viento, de Gonzalo Suárez y Tesis, de Alejandro Amenábar.

El realizador, guionista e intérprete pasó sus últimos años en la ciudad que le vio nacer, Cazorla, y no faltaba nunca a la cita anual de la Muestra de Cine Inédito en Jaén, donde en cada edición se hacía entrega del premio Miguel Picazo a un compañero de profesión. Pese a toda su trayectoria, Miguel Picazo aseguraba que nunca había trabajado para la posteridad, “lo he hecho para el presente. No me interesa el futuro. Tarde o temprano todo pasará”.

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