A Gastón Duprat, Mariano Cohn (Argentina), Jacques Toulemonde (Colombia), David Pablos (México) y Rodolfo Cova (Venezuela) no les extraña que sea el marco de la celebración de los Goyas 2017 el que los reúna. Para ellos, el cine latinoamericano no dialoga entre sí. Aun compartiendo narrativas transversales, la distribución y la competencia con Hollywood son la frontera que divide el cine en la región.
Así lo explicó el director de Anna, Jacques Toulemonde “estamos directamente en competencia contra Hollywood. El presupuesto de salida de cualquier producción estadounidense es doce veces el mío.” El cineasta colombiano tardó diez años en llevar a feliz término esta cinta que protagoniza Juana Acosta, de la cual confesó estar profundamente orgulloso.
Compartió opinión con Toulemonde Rodolfo Cova, productor de Desde allá, ópera prima de Lorenzo Vigas, quien no pudo asistir al coloquio en la Academia.
Cova señaló que si bien el carácter social de la filmografía iberoamericana “es quizá redundante”, el “acaparamiento del mercado latinoamericano por el estadounidense” es una realidad que aqueja el mercado cinematográfico en toda la región. El proyecto de Vigas, pensado en un principio para ser realizado en Francia, cuenta con las interpretaciones del veterano Alfredo Castro y de Luis Silva, éste último “sacado de la calle, no era actor.”
Tampoco eran actrices de oficio las jóvenes retratadas en Las elegidas, de David Pablos. El director desveló que fue después del proceso de documentación y encuentro con organizaciones que luchan contra la trata de blanca y con víctimas de este “herida abierta”, cuando finalizó el guión que partía de una idea original de Jorge Volpi. Pablos decidió rodar esta historia, presente en todo México, en su ciudad natal Tijuana por su «familiaridad con los paisajes y rostros».
Gastón Duprat y Mariano Cohn también hallaron la inspiración para El ciudadano ilustre en su entorno social. En este largo, los realizadores argentinos pretendieron mostrar un reflejo crítico de la sociedad argentina porque “nuestro cine era demasiado condescendiente con el presente actual.”
Duprat y Cohn reconocieron que fue gracias a la participación española en la coproducción “que realmente se pudo hacer la película, que venía con los problemas de siempre: la financiación.” A través del excelente comportamiento en taquilla, los directores comprobaron que el conflicto tratado en El ciudadano ilustre “no solo se limita a la Argentina.”