Considerado una de las figuras del cine policíaco catalán, Francisco Pérez-Dolz ha fallecido a los 95 años en Barcelona, después de más de 50 años dedicado al séptimo arte, dónde se inició de forma autodidacta. Su ópera prima, A tiro limpio, se convirtió en un clásico de las películas policíacas españolas y fue referente para los alumnos de la ESCAC, donde este profesional ejerció como docente.
Nacido en Madrid en 1922, su familia se trasladó a Barcelona cuando era niño y allí desarrollaría su carrera dentro de la industria del cine. Ejerció como meritorio de cámara, ayudante de operador, secretario de dirección, codirector, guionista y productor de cine publicitario e industrial. Como director solo realizó dos largometrajes en los años 60, la mencionada A tiro limpio (1963) y El mujeriego.
También se dedicó a la docencia como profesor de Dirección en la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya entre 1988 y 1996.