Adiós a Terele Pávez, Martín Patino y Nati Mistral

21 agosto, 2017

Iconos de nuestro cine, fallecieron en agosto

 

Terele Pávez

La actriz, ganadora del Goya por Las brujas de Zugarramurdi, falleció el 11 de agosto

Teresa Ruiz Penella, conocida artísticamente como Terele Pávez, falleció en Madrid el pasado 11 de agosto debido a un derrame cerebral. La actriz, nacida en Bilbao en 1939 y hermana de las también intérpretes Emma Penella y Elisa Montés, recibió el Premio Goya a Mejor Actriz de Reparto en 2014 por su trabajo en Las brujas de Zugarramurdi, de Álex de la Iglesia.

Fue el director vasco quien recuperó para el gran público, a partir de El día de la bestia (1995) a Pávez, que había iniciado su carrera con pequeños papeles a mediados de los años cincuenta. Su primer trabajo importante en el cine se lo brindó Jesús Franco en Tenemos 18 años (1959), mientras la actriz continúa su trabajo en teatro y en televisión, donde participa en Estudio 1Cañas y barro o Fortunata y Jacinta.

Su versatilidad y característica voz rota la hace dueña de personajes femeninos de enjundia, encarnando en 1984 a la Régula de Los santos inocentes, interpretación modélica a la que siguen Réquiem por un campesino español (1985) o El hermano bastardo de dios (1986).

Las dos últimas décadas de su carrera están íntimamente ligadas a la cinematografía de Álex de la Iglesia, que reivindica su figura ofreciéndole papeles en casi todas sus producciones: El día de la bestiaLa comunidad800 balasBalada triste de trompetaLas brujas de ZugarramurdiMi gran noche y su última cinta hasta la fecha, El bar, estrenada este mismo año y donde Terele Pávez interpreta a la dueña del establecimiento donde un grupo variopinto de personas se verá atrapado ante una amenaza desconocida.

Los últimos trabajos de esta actriz de raza incluyen La puerta abierta, de Marina Seresesky, por la que fue nominada en la pasada edición de los Premios Goya en la categoría de Mejor Actriz de Reparto; Incerta glòria, de Agustí Villaronga, y quedan pendientes de estreno La noche después de que mi novia me dejara, de Fernando Ronchese, Caribe Mix, de Miguel García de la Calera, y ¡Ay, mi madre!, de Frank Ariza.

 

Basilio Martín Patino, «un cineasta indomable»

Fallece a los 86 años el cineasta salmantino, director de Nueve carta a Berta y Canciones para después de una guerra

Nacido en Lumbrales (Salamanca), Basilio Martín Patino fue hijo de dos profesores conservadores y hermano de dos religiosos de oficio. Pero la vida la él le tenía reservados otros derroteros. Su vocación literaria en la juventud le llevó a ser finalista del premio Biblioteca Breve. Poco después empezaría a interesarse por el celuloide, creando en 1953, junto a Joaquín de Prada, el Cine-Club Universitario de Salamanca y fundando la revista Cinema universitario. En mayo de 1955 fue partícipe de uno de los grandes momentos en la historia de nuestro cine, organizando las llamadas Conversaciones de Salamanca. Poco después marchó a Madrid para ingresar en el IIEC, de donde saldría diplomado como director en 1960, al mismo tiempo que compañeros como José Luis Borau, Manolo Summers y Miguel Picazo.

Irrumpía el llamado Nuevo Cine Español y Patino debutaba en el cine en 1966 con Nueve cartas a Berta, «obra que viene a ensayar ciertos procedimientos narrativos y de montaje que alejan al film del naturalismo estricto», protagonizada por Emilio Gutiérrez Caba y Elsa Baeza y ganadora de la Concha de Plata del Festival de San Sebastián. Aún así, la película tardó tres años en estrenarse y el director tuvo que esperar el mismo tiempo para volver a rodar, cuando en 1969 filmó Del amor y otras soledades, largometraje al que mutiló la censura.

En 1971 el realizador estrena Canciones para después de una guerra, crítica de la posguerra a base de música popular que no pudo ser estrenada hasta 1976. De manera casi clandestina, Martín Patino filma Queridísimos verdugos y Caudillo, sendas investigaciones documentales muy críticas con la pena de muerte y la figura del dictador.

En su trayectoria destaca también la fundación de su propia productora (La linterna mágica), desde la que sigue trabajando con títulos como Los paraísos perdidos y La seducción del caos (única pieza salvada de un proyecto de siete programas para TVE). En 1986, Martín Patino figura entre los firmantes del acta fundacional de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.

A lo largo de su carrera recibió galardones como la Medalla de Oro de la Ciudad de Salamanca, el Premio a la Creación Audiovisual de la Comunidad de Madrid y en 2005 la Medalla de Oro de la Academia de Cine, «en reconocimiento a una obra que representa los valores imperecederos de la apuesta por un cine inteligente, complejo, e inmerso en la realidad y evolución de un país». En 2007 fue investido doctor honoris causa en la Universidad de Salamanca y en 2012 se inscribe en el registro de fundaciones la Fundación Basilio Martín Patino, que el mismo realizador presidía y que pretende favorecer la difusión del patrimonio cinematográfico de la obra del propio realizador y promover la investigación sobre nuevas técnicas cinematográficas.

Su legado fílmico se cierra con el estreno en 2012 del documental Libre te quiero, que tomó el pulso al movimiento 15M en la Puerta del Sol. Meses antes, el Basilio Martín Patino de siempre, el del compromiso firme, sintió la llamada de la calle y el cine y se lanzó a rodar el sentir de los manifestantes en la ciudad de Madrid. Apoyado por la música de Amancio Prada, tal y como recoge la página web de su fundación, «el director vuelve a ejercer un muestrario de maestría en el manejo de la imagen que arroja un canto de libertad. Y, una vez más, la libertad creativa de un cineasta indomable».

 

Nati Mistral

La actriz y cantante, que debutó en el cine con 
María Fernanda, la Jerezana, falleció a los 88 años

Natividad Macho Álvarez, conocida artísticamente como Nati Mistral, falleció el pasado domingo a los 88 años en Madrid. La cantante y actriz debuta en los años cuarenta en el teatro y la canción, y protagoniza su primera película en 1946, María Fernanda la Jerezana, dirigida por Enrique Herreros. En los siguientes años, encarna papeles importantes en cintas como Oro y marfil o Currito de la Cruz.

Artista polifacética, continúa su carrera en las décadas siguientes en la música, el teatro, la zarzuela o los musicales. Se prodiga menos en el cine, aunque participa en cintas como Mi calle, de Edgar Neville, o Mi buenos aires querido, de Francisco Mugica. En los últimos años, interviene en las cintas de Javier Aguirre Zero/Infinito y Medea 2.

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