Antes de irrumpir como cantante, Dolores Pradera tuvo su andadura como actriz, que comenzó en los años 40 con películas como Altar mayor, de Gonzalo Delgrás, o Inés de Castro, de Manuel García Viñolas. También destacó en el mundo del teatro, participando en obras de José Zorrilla y Federico García Lorca, como María Pineda.
Durante su trayectoria, la madrileña –que estuvo casada, entre 1945 y 1957, con el actor Fernando Fernán Gómez (Belle Époque, Todo sobre mi madre), con el que tuvo dos hijos, Fernando y Helena– trabajó en una veintena de películas destacables como Los habitantes de la casa deshabitada, también de Delgrás; Vida en sombras, de Lorenzo Llobet-Gràcia, o Carlota, de Enrique Cahen Salaberry. No obstante, con la representación teatral obtuvo grandes éxitos: Fue la actriz principal de La Celestina, del Teatro Eslava de Madrid, y en 1954 pasó a formar parte del Teatro Nacional María Guerrero en comedias como El Rinoceronte o El jardín de los cerezos.
Su carrera en el teatro terminó en los años 60 con Fortunata y Jacinta, y en el cine en los 70 con La orilla, de Luis Lucía, para centrarse en su carrera como cantante.
La artista recibió varios galardones en reconocimiento a su profesión como el Premio Nacional de Teatro, la Medalla de Oro de las Bellas Artes o la Medalla de Oro de Madrid al Mérito Artístico.