Carlos Saura, el poder de la imaginación

6 julio, 2018

Homenajeado por la Fundación Academia de Cineel cineasta dialogó con Arantxa Echevarría, Paula Ortiz, Gustavo Salmerón y Carla Simón

En activo, en plena creatividad y mirando al futuro. Así recibió Carlos Saura el emotivo homenaje de la Fundación Academia de Cine, institución que reconoció a este incansable creador «doblemente gigante. Doblemente, porque su obra es la de un autor libre y radical, pionero en un país y en una época retrógrada y mediocre. Y doblemente gigante porque su obra la hace desde la humildad, desde el silencio y desde la libertad», destacó el presidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso, con un encuentro del maestro aragonés con cuatro cineastas a los que Saura ha acompañado en su formación. 

Los actores, los técnicos, sus películas, los géneros, los productores, sus directores de referencia…. Saura, con su inseparable máquina de fotos con la que captó al público que llenó la sala de proyecciones de la Academia, no se guardó nada. Habló de todo con Arantxa Echevarría, Paula Ortiz, Gustavo Salmerón y Carla Simón, directores que preguntaron con cariño, admiración y respeto al autor de Los golfos, La caza, Peppermint Frappé, Ana y los lobos, La prima Angélica, Mamá cumple cien años, Deprisa, deprisa, Carmen, ¡Ay, Carmela!, Flamenco, flamenco, Sevillanas, El séptimo día, Io Don Giovanni…

 

Los actores más sensibles, los mejores 

Director de actores, Saura reiteró que lo más bonito de su oficio es dirigir a estos profesionales. «Estoy en contra de los directores hitlerianos. Yo siempre me he movido por la intuición. He trabajado con actores naturales que no sabían nada de nada y también con actores preparadísimos a los que no hacía falta dirigir, hay que ir en paralelo con ellos», dijo.

Para Saura, los intérpretes «más sensibles suelen ser los mejores», y que hacer una película por orden de guión «es la única forma de ver cómo un actor evoluciona con la historia», explicó el que se definió como «el peor actor del mundo» (en El cochecito, de Marco Ferreri, salió en una escena de cura junto a Rafael Azcona. Cuando Ferreri vio a Saura dijo que era el peor actor que había visto en su vida).

El que es uno de los realizadores más destacados del cine español en las seis últimas décadas no cree en los géneros, y explicó que había filmado tres tipos de películas: «La primera sería un cine con los pies en la tierra, con una realidad concreta como Los golfos, La caza, Deprisa, deprisa; otras más creativas como La prima Angélica, y luego el más musical”. A la lista añadió una cuarta. «Me han preocupado muchos artistas que me han influido en  mi vida, como Goya, autores de literatura española, y que son una especie de ensayos personales. Me hubiera gustado hacer uno de Felipe II».

El cine de Saura es un cine de cámara, de pocos personajes y lugares, aunque en ocasiones ha hecho producciones más grandes como El Dorado. «He tratado de hacer aquello que más me gustaba. De joven leía muchos libros de ciencia ficción, me hubiera gusta hacer una película de catástrofes o de ciencia ficción, como las estadounidenses”, confesó.

Buñuel, Bergman y Fellini

Amante del flamenco –»de todas las músicas de España creo que es la que tiene más futuro»-, este profesional que abrió un camino a los documentos musicales –»el argumento es básicamente cómo se monta un espectáculo. Me gusta no saber como acaba»–, comentó con tristeza «que el 80% del cine que yo he hecho no podría hacerlo ahora».  Y recordó Elisa vida mía –»una de mis películas favoritas, creo que es una de mis películas más personales»–; y Cría cuervos, con Ana Torrent, «que tenía una mirada adulta en un cuerpo de niña. Los chavales son más listos de lo que pensamos, tienen unos golpes de intuición increíbles. A Ana le contaba cada escena, lo importante era no mentirle nunca. Hubo un día que le cogí la mano y estaba temblando…le tuve que decir que no se preocupara, que todo era un juego».

Cineasta, escritor, fotógrafo, dibujante y director de escena, manifestó que «todos tenemos en la cabeza un cine. Todos podemos inventarnos una historia y podemos contarla. Hay que trabajar imágenes continuamente, sobre todo imaginarse cosas, ver libros de fotografía…Es inevitable no influenciarse de lo que ves, lo que oyes, lo que vives. Buñuel, Bergman y Fellini  son mis máximas influencias porque los tres trabajan con la imaginación».

Foto:©Enrique Cidoncha

Productores y directores de fotografía 

Se puso nostálgico al recordar a sus productores Elías QuerejetaEmiliano Piedra, y Andrés Vicente Gómez. «Era otra época donde el productor era un aventurero. Esos productores ya no existen, ahora son más financieros”; elogió a los directores de fotografía José Luis Alcaine, el desaparecido Teo Escamilla y  Vittorio Storaro, «a los que les impongo dos cámaras, es la única forma de hacer un plano y contraplano al mismo tiempo»; e intercambió elogios con Juan Diego, al que dirigió en El séptimo día La noche oscura,  Julia Juaniz, montadora de diez de sus obras.

«Eres un lujo para la cultura de este país. El cine hubiera sido otra cosa si tu no hubieras hecho estas películas. Diriges con una serenidad, con un saber que no va a sacar nada de ti que no sea lo que él y tú quieres”, indicó el intérprete sevillano.

Juaniz, por su parte, sentenció: «Saura es un genio, a todos los niveles. Sus películas quedarán como una memoria no solo histórica, sino cultural». 

Y el hombre en cuyos rodajes hay garantía de serenidad y tranquilidad –»poder rodar con más rapidez no implica que perdamos esa sensibilidad. Hoy tienes mucho más control, pero la exigencia tiene que ser la misma»– resaltó los cambios que está viviendo el cine. «Ahora, cualquier persona con cualquier tipo de talento y sentido estético puede hacer una película con muy pocos medios. Cada vez hay más directores que están haciendo películas que nunca las veremos porque a  las distribuidoras y a las televisiones no les interesa». 

Predica con el ejemplo cuando dice que los artistas siempre tienen que seguir adelante. «Es muy difícil hacer algo original, todo se ha inventado, pero estamos obligados a imaginar nuevas cosas y a olvidar el pasado, estar en el presente y mirar al futuro».

El programa ‘Maestros y promesas’ de la Fundación Academia de Cine, realizado en colaboración con Pantalla Partida e Imval Producciones, fue el marco de este homenaje que comenzó con la proyección de Saura(s), retrato firmado por Félix Viscarret, y continúo con el encuentro que moderó Rafael Portela, vicepresidente primero de la Academia de Cine.

De izq a dcha: Gustavo Salmerón, Rafa Portela, Julia Juániz, Mariano Barroso, Arantxa Echevarría, Carlos Saura, Paula Ortiz, Carla Simón y Juan Diego Foto: ©Enrique Cindoncha

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