Encuentro con Asghar Farhadi en la Academia

13 septiembre, 2018

El cineasta iraní mantuvo un encuentro con estudiantes de cine y seguidores de su filmografía en la Academia

Uno de los nuestros

Está en el exclusivo club de directores que han conquistado más de un Oscar -tiene dos por Nader y Simin, una separación El viajante, esté no lo recogió como protesta por el veto migratorio de Trump-;  es uno de los cineastas más representativos de su país, Irán,  y más conocidos del momento; y se lo rifan en los festivales –en la Berlinale inició una de las carreras internacionales más admirables de los últimos tiempos, e inauguró la pasada edición de Cannes con el que es su debut en el cine español, Todos lo saben-. Pero el éxito no le ha hecho perder pie a Asghar Farhadi. “Yo no he cambiado, socialmente si noto que la gente me apoya y me trata con cariño, lo que siento como una responsabilidad. Lo peor de la fama es que no te permite tener errores”, manifestó el director y guionista iraní en el encuentro que protagonizó este jueves en la Academia de Cine, institución de la que es Patrono de Honor.

Un día antes del estreno en nuestro país de Todos lo saben, un thriller sobre desapariciones, reencuentros familiares y secretos inconfesables interpretado por Penélope Cruz, Javier Bardem, Bárbara Lennie y Ricardo Darín, entre otros, Farhadi, acompañado por el presidente de la institución, Mariano Barroso, explicó las claves de su filmografía a estudiantes de cine y seguidores de sus películas, que le aplaudieron en más de una ocasión.

Feliz de estar de nuevo en nuestro país, “donde me encuentro muy cómodo”, el autor de El pasado y A propósito de Elly, reconoció que experimentar con diferentes culturas y lenguajes”siempre es un gran reto. El idioma puede ser una barrera, todos los directores necesitamos hacer trabajos que conlleven un riesgo. Mi experiencia con Todos lo saben ha sido maravillosa. Como iraní, el sur de España me es muy familiar, aquí estoy como un niño descubriendo todo lo que me rodea. Cada vez soy más consciente de que todos los seres humanos tenemos los mismos sentimientos, miedos y esperanzas, somos más cercanos que lejanos”, expuso.

Fotos © Enrique F. Aparicio

Las llaves

En farsi, el director y guionista comentó que dirigir en una lengua que no es la tuya tiene inconvenientes “y también ventajas. Los directores hablamos mucho con los actores y, a veces, pueden surgir malentendidos. Cuando no conozco el idioma, me fijo más en los ojos, los gestos, los comportamientos de los intèrpretes….”.  Y así desveló que para  cada miembro del reparto de Todos lo saben buscó una “llave”. “A Ricardo Darín le dije que era Hamlet en un pueblo español, a Javier Bardem que era un niño de 45 años, y  Penélope le hablé de la imagen de una  loba que había perdido a su cría”.

El peso del pasado, los secretos el subtexto de sus obras, lo que no dice en sus películas…fueron, entre otros, temas de los que habló Farhadi, que cada vez pienso más en la frase ‘nunca sabes el pasado que te espera’. “La infancia es una etapa mágica porque no tenemos pasado, y esto hace que de chicos seamos libres. El pasado no nos deja crecer”, sentenció este creador que escribe “con el corazón” historias circulares, y que cuando empieza un guión “no sé cúal será el mensaje de la película”.

Director de teatro y dramaturgo, el teatro siempre ha influido en su estilo cinematográfico. “Mis filmes somo como las matrioskas –muñecas rusas-. En la escena, el actor tiene mayor participación porque hay un momento en el que el director desaparece de escena. El cine tiene más dificultades para los intérpretes porque el ambiente no es real”.

El neorrealismo italiano, Fellini, Bergman, Kurosawa, Scorsesse…son los referentes de este defensor del cine en sala que ante el auge de Netflix, Amazon y otras  plataformas de VOD entiende que hay que “buscar un camino y no tratar a las películas como si fueran series. Hay una ficción televisiva de gran calidad en la que todo va una velocidad vertiginosa, pasan muchas cosas en segundos, tantas que el espectador no puede reflexionar, se ha acostumbrado a no pensar, y cuando vas al cine te parece que es muy lento. Esto es peligroso. Las series están cambiando el gusto del espectador”.

El maestro iraní, que siempre apuesta por  personajes a los que da la oportunidad de defender su comportamiento –“no hago la división entre buenos y malos, lo mio es el personaje gris”-, consideró que un actor debe llevar su personaje como “un guante en la mano. La mano no la puedes cambiar, pero si puedes modificar el tejido y  el color del guante”, indicó.

“Farhadi ha citado como referentes a Fellini, Bergman, Kurosawa…Y él es uno de ellos”, concluyó Mariano Barroso.

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