Paquita Núñez, una de las peluqueras más queridas y reconocidas del cine español, falleció en Madrid el pasado sábado a los 75 años.
Nominada al Goya a Mejor Maquillaje y Peluquería en seis ocasiones, se hizo con la estatuilla hasta cuatro veces: en 1990 por El niño de la luna, de Agustí Villaronga; en 1991 por ¡Ay, Carmela!, de Carlos Saura; en 1995 por Canción de cuna, de José Luis Garci; y en 2004, por La gran aventura de Mortadelo y Filemón, de Javier Fesser.
La carrera de Núñez comenzó en la década de los setenta, con su trabajo en cintas como Las alimañas, de Amando de Ossorio, ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?, de Fernando Colomo, o El crimen de Cuenca, de Pilar Miró. Durante sus cuarenta años de trabajo y más de cien películas, participó en títulos tan representativos de nuestra cinematografía como El viaje a ninguna parte, de Fernando Fernán-Gómez, El sueño del mono loco, de Fernando Trueba, o la saga Torrente, de Santiago Segura.
Recientemente, Núñez había participado en la cinta documental Regresa El Cepa, de Víctor Matellano, que recorre la historia de El crimen de Cuenca.
