La luz del talento | Encuentro con Bertha Navarro y Juan Diego

4 julio, 2019

“Un proyecto me tiene que apasionar para que me meta en él”, confesó ayer en la Academia la productora mexicana Bertha Navarro, y uno de esos proyectos fue Cabeza de Vaca, la cinta basada en los diarios del conquistador nacido en Jerez de la Frontera. Dirigida por Nicolás Echevarría y protagonizada por Juan Diego, que acompañó a Navarro en el primer tramo de su encuentro con el público en la Academia moderado por Alicia Luna, el filme surgió en los años previos al quinto centenario del descubrimiento de América. “Encarar nuestra historia y asumirla es importante”, manifestó Diego, a quien resultaba particularmente interesante “la confluencia de las religiones de los españoles y los indígenas, cómo entendía cada uno la fe”.

Para el actor, “uno no acaba nunca de aprender de los demás, y para mí esta película significó una enseñanza profunda”. En el rodaje, conoció con un joven maquillador que regresaba de estudiar en Nueva York y que acabó encargándose del diseño visual de las tribus que aparecen en pantalla: Guillermo del Toro. “Me lo presentó mi hermano, Guillermo Navarro [director de fotografía de la cinta y colaborador habitual desde entonces de Del Toro]», recordó Navarro, «me entregó el guión de Cronos en el rodaje, pero le dije que hasta que no acabáramos no podía leerlo. Como le prometí, lo leí en cuanto acabamos. Terminé produciendo sus tres películas en español: Cronos, El espinazo del diablo y El laberinto del fauno”.

Para Cabeza de Vaca, la productora destacó lo complicado de “conseguir que participaran muchas comunidades indígenas. Cuando emprendes empresas tan complicadas, a veces ocurren cosas milagrosas. Teníamos un actor para hacer de chamán, pero se fue a trabajar en otra película. Cuando estábamos viendo una localización, apareció un chamán de verdad y, aunque tenía los ojos verdes y eso podía distraer del personaje, vimos que era un hallazgo milagroso”.

Recordó también que “el equipo fue importantísimo, porque todos los actores pasaron por situaciones muy duras en el rodaje. Pero había una fuerza y una voluntad para sacar la película adelante que se siente”.

La luz del talento

Navarro considera ser “cineasta antes que productora. En alguna etapa de mi carrera también hice montaje, he dirigido… Tengo esa pasión por el lenguaje cinematográfico”. Y dentro de los meandros de esa pasión, considera su labor más importante “generar encuentros con el talento, eso es lo fundamenta para mí. Saber ver el talento y trabajar para que se difunda. Tengo la capacidad de ver al otro. Muchas veces el talento está ahí y no se ve. El talento tiene luz. No me dejo deslumbrar, pero lo sé ver”.

En el encuentro, al que acudieron los académicos Susana Hornos, Elvira Mínguez, Esther García, Julia Juániz, Mateo Gil, Ana Amigo, Lucía Jiménez, Carlos Taillefer y Mariela Besuievski, Navarro también destacó la importancia del guión: “es fundamental. Desde hace 28 años participo en talleres de guiones en el Sundance Institute, y creo que el guión es lo primero, lo más importante. La historia debe generarte pasión por contarla. Estar en contacto con los guionistas jóvenes es una manera de encontrar el talento. En esos talleres he encontrado proyectos en los que involucrarme”.

twitter facebook linkedin email