Lejos de pensar en la jubilación –“nunca se me ha ocurrido. Probablemente moriré en mitad de una secuencia”– el prolífico Woody Allen comienza este miércoles en San Sebastián el rodaje de su película número 51, en la que regresa de nuevo a España, tras la experiencia de Vicky Cristina Barcelona. Junto a parte del equipo del filme, los actores Elena Anaya, Sergi López, Gina Gershon y Wally Shawn; y el productor Jaume Roures, el realizador avanzó detalles de esta comedia romántica, aún sin título oficial –“no nombro las películas hasta que no las acabo”–, al que el cineasta se refiere provisionalmente como Rifkin’s festival.
“Trata sobre unos estadounidenses que llegan al Festival de San Sebastián y los acontecimientos que ocurren tienen una resonancia en sus vidas, en su matrimonio, con la gente que conocen… Es una historia de relaciones personales y podéis esperar situaciones divertidas y románticas”, explicó Allen, que hará en esta producción protagonizada por Anaya y Chistoph Waltz un homenaje a las muestras cinematográficas.
“Forman parte del cine y son una parte integral de mi trabajo. Me preocupa que ahora tengan más que ver con estrellas rutilantes y títulos comerciales. Al principio, eran para películas especiales y se podían mostrar a un público que apreciaba la creatividad. Este es un aspecto que en la cinta se destaca. Está enmarcada en un ambiente de festival y no quiere evitar este homenaje a los grandes directores y a los certámenes que hicieron que estas cintas tuvieran la posibilidad de ser vistas”, reivindicó en la rueda de prensa celebrada en el Kursaal.
Los españoles Elena Anaya y Sergi López coincidieron en “la suerte” de poder trabajar con Allen. Para Anaya, “es un genio, una leyenda y un placer enorme de la vida poder ponerme en sus manos. El guión me parece una de las historias más bonitas que he leído jamás, es un sueño que haya visto La piel que habito, de Almodóvar y a raíz de eso me haya escogido”. Será la primera vez que se pongan bajo la dirección de Allen, que sí repite con Wally Shawn –con el que ya trabajó en Días de radio, Sombras y niebla o Manhattan–, y que también contará con Louis Garrel.
El rodaje tendrá lugar desde este miércoles 10 de julio al 23 de agosto, seis semanas en las que rodarán en distintos enclaves de la capital guipuzcoana, como el Boulevard, la Parte Vieja y el entorno de la Plaza de Cervantes. “Mediapro y yo queríamos hacer otro proyecto en España. No me gusta estar lejos de Nueva York mucho tiempo y tuve que pensar un lugar en el que pudiera disfrutar en los meses de verano. Voy a estar filmando por todo Donostia, la zona de bosques, la playa… quiero que todo quepa en la película, quiero presentar al mundo mi visión de San Sebastián, igual que lo hice con Nueva York», señaló el autor de Manhattan y Annie Hall, que ya conocía la ciudad gracias a Zinemaldia, donde recibió un Premio Donostia en 2004.
Con los certámenes tiene una relación que ha ido cambiando con el tiempo. De ser lugares a los que le encantaba ir antes de trabajar en la industria, pasaron a ser lugares incómodos, –“no me gustaba todo ese ruido y toda esa expectación. No iba, solo enviaba mis trabajos”– y con el paso de los años se ha reconciliado con ellos, lo que no impide que sea crítico. “No me gusta la dirección que están tomando. Deberían representar la forma más elevada del cine como arte y que directores, productores y actores puedan acudir para que haya más creatividad y se apoyen sus películas”, defendió.
«No me interesan los movimientos sociales. Yo trato con relaciones humanas, con la comedia»
A sus 83 años, no piensa en la retirada, pese a las dificultades en los últimos años en Estados Unidos para estrenar su anterior filme A Rainny Day In New York, y para levantar nuevos proyectos, a raíz de que el movimiento #MeToo apoyara las acusaciones de su hija Dylan Farrow, que la justicia estadounidense desestimó. «Mi filosofía es que no importa lo que ocurra, siempre me he centrado en mi trabajo, eso es todo lo que absorbe mi tiempo siete días a la semana y no me ha preocupado lo que ocurra en mi familia, la política… No me interesan los movimientos sociales, no estoy equipado mentalmente para tener un pensamiento profundo en eso. Yo trato con la gente, con las relaciones humanas, con la comedia”, expuso Allen, que no dudó en señalar que el éxito de sus películas se la debe a los intérpretes: “yo soy un producto de los grandes actores y actrices con los que he trabajado».
Esta es la cuarta producción de Mediapro con Allen, al que respaldaron en Vicky Cristina, Barcelona, Midnight in Paris y Conocerás al hombre de tus sueños.
Foto: ©Quim Vives
