Más de 30 estrenos de cine español llegarán a las salas antes de que acabe el año, entre ellos la ópera prima de Lucía Alemany, La inocencia; y las nuevas películas de Daniel Sánchez Arévalo y Benito Zambrano, Diecisiete e Intemperie. A días y semanas de aterrizar en San Sebastián y a la SEMINCI, los tres directores compartieron con el público de la Academia y con los oyentes de Radio 3 como entienden su profesión y sus sensaciones de cara a los festivales en los que se verán sus historias.

En una nueva entrega del ciclo ‘Los oficios de la Academia· Radio 3’, el programa conducido por Javier Tolentino puso el foco, en esta ocasión, en la dirección. Un oficio al que Alemany llegó por casualidad. “Mi caso no es el de un cineasta que acostumbra a ver cine desde pequeña, en mi pueblo éramos de jugar en la calle. Mi imaginación a veces me desbordaba, pero no se me daba bien dibujar, ni escribir. Cuando llegó el momento de elegir, tenía un catálogo o de carreras y lo abrí al azar y me salió comunicación audiovisual y descubrí la ESCAC”, explicó la realizadora que debuta en el largometraje a los 34 años, con La inocencia, que competirá en Donostia dentro del apartado Nuevos Directores.

La treintena es una cifra que comparte con Sánchez Arévalo, quién también rodó Azuloscurocasinegro a esa edad. “Le queda hacer la carrera que he hecho yo, una primera película de puta madre y luego ir cagándola poco a poco”, bromeó el realizador, para el que el un director siempre busca “llegar y trascender. No hacemos cine para nosotros mismos”.

Tras seis años alejado de la gran pantalla regresa con Diecisiete, que se proyectará en Donostia en sección oficial fuera de concurso. “Los animales curan, a mí personalmente por lo menos. Yo tengo una perra, Brigi, que llegó en un momento de mi vida muy duro y su entrada en nuestras vidas aportó luz, ánimo, liviandad, algo muy básico a lo que aferrarse y nos sirvió de terapia a todos”, explicó el autor de Primos, que relata en Diecisiete el viaje de dos hermanos con una barrera emocional entre ellos para buscar a Oveja, un perro con el que el adolescente establece un vínculo que jamás ha tenido con un ser humano.

De San Sebastián a Valladolid. Zambrano inaugurará la 64 SEMINCI con Intemperie, un encargo que el director andaluz ha hecho suyo. “Es una película contundente, donde teníamos que mostrar la dureza del paisaje que, junto al calor y a la tierra seca, es parte de la historia”, explicó sobre esta cinta rodada en Granada, que adapta la novela de Jesús Carrasco y que protagonizan Luis Tosar y el joven Jaime López, como un pastor y un niño que huye del infierno en el que vive.

Lo valiente de mirar al pasado

Cantabria (Diecisiete), Andalucía (Intemperie) y Valencia (La inocencia) son los escenarios en los que los realizadores han ambientado sus filmes, una conexión que en el caso de Alemany tiene que ver con su propia infancia. “Como el poble lo he vivido al 100 por cien puedo decir lo que quiera”, aseguró sobre el ambiente cerrado y de chismes en el que se sitúa su largometraje, la historia de una adolescente que sueña con ser artista de circo y que vive el verano en su pequeña localidad valenciana.

Con varias películas españolas –recién estrenadas o pendientes de estreno– ambientadas en la Guerra Civil, entre ellas Mientras dure la guerra, La trinchera infinita y Sordo, los invitados defendieron la necesidad de revisar nuestra historia. “Somos reduccionistas cuando hablamos de ‘películas de la Guerra Civil’”, reflexionó Zambrano, que abordó la posguerra en La voz dormida, “habría que hablar del S.XX español. Cuando hacemos películas sobre lo mal que lo hicimos el siglo pasado, hacemos una sociedad más valiente. Es cobarde no mirar al pasado. Hay que mirar ese siglo XX hasta llegar a la democracia”.

“Ya basta de este estigma, no hay suficientes películas de la Guerra Civil”, corroboró Sánchez Arévalo, que prometió con humor que no morirá  “sin hacer una yo”.

La actuación musical de Juan Pablo Silvestre, acompañado de sus músicos, puso banda sonora a este avance radiofónico de la temporada que espera al cine español, en la que Alemany, Sánchez Arévalo y Zambrano serán algunos de los protagonistas y donde filmes nacionales como Dolor y gloria, O que arde, Madre o Liberté han estado presentes en los grandes festivales internacionales. “Un año maravilloso, probablemente uno de los mejores de las últimas décadas”, en palabras de Sánchez Arévalo, que celebró la suerte de “ser parte de ello”.