El Ministerio de Cultura y Deporte dio a conocer este lunes los resultados de la Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales en España 2018-2019. Este análisis arroja que el cine sigue siendo una opción cultural favorita para los españoles y que el consumo cultural se ha incrementado significativamente en nuestro país en los últimos cuatro años.
El cine es una de las tres actividades culturales más frecuentes, solo por detrás de escuchar música y leer, y es la que más ha subido respecto a la última encuesta de (2014-2015), un total de 3,8 puntos porcentuales.
Más de la mitad de la población, el 57,8 %, asiste cada año a alguna sala, revalidándose el cine como el espectáculo cultural que tiene más adeptos, por delante del teatro y los musicales en directo. El público se inclina mayoritariamente por las comedias (20,6 %) y por películas de acción (17,4 %). El tema de la cinta y la opinión de familiares y amigos son determinantes en la elección de qué título ver para el 38,8 % y el 16 % de los casos, respectivamente.
Los jóvenes presentan las tasas más altas de participación cultural en todos los ámbitos. En el cinematográfico, suponen el 89,7 % de los asistentes, mientras que el 11,8 % es la población de más edad. Frente a lo que ocurre con la lectura, las bibliotecas o los musicales y espectáculos en directo, donde las mujeres son las principales consumidoras, las tasas de asistencia al cine presentan escasas diferencias por sexo, con un 58,4 % en el caso de los hombres y un 57,3 % en el de las mujeres.
Los ciudadanos que disfrutan habitualmente de varias actividades culturales, son los que alcanzan las cifras de mayor asistencia. De la franja de población que asiste a museos, exposiciones, un 79 % es asiduo al séptimo arte.
Las nuevas tecnologías impulsan la cultura
Más de la mitad de la población analizada, el 52,2 %, cuenta en su hogar con suscripciones a plataformas digitales de contenidos culturales. El 38,9 % corresponde a plataformas de películas o series. Para la encuesta, estas cifras evidencian la fuerte implantación del uso de nuevas tecnologías como instrumento de difusión y consumo de la cultura.
