Pensar las contradicciones | Encuentro con Leticia Dolera, Aixa Villagrán y Celia Freijeiro

Por Foto: ©Oskar Alarcon · 4 octubre, 2019

Presentaron en la Academia su serie Vida perfecta, en un coloquio moderado por el guionista y director Javier Giner

Son directora y protagonistas, compañeras y amigas, en la ficción pero también cuando nadie dice ‘acción’. La obsesión por “crear vínculos reales” de la realizadora, actriz y activista Leticia Dolera, quedó patente en el coloquio que protagonizó junto a las intérpretes Aixa Villagrán y Celia Freijeiro. El trío encabeza Vida perfecta, serie que “pone a tres mujeres de entre 30 y 40 años en escena, esto ya es un acto político y no es lo habitual”, en palabras de la creadora.

María, Esther y Cristina son tres mujeres adultas y complejas que se encuentran en plena crisis vital. “Son personajes que se hacen preguntas todo el rato”, explicó Freijeiro, que al recibir el guión descubrió que se sentía representada en los conflictos: “eran cosas que yo comentaba con mi entorno cercano de mujeres y que yo me había planteado”.

Lo mismo le ocurrió a Villagrán. “Habla de los adultos que no cumplen con las expectativas que nos ha puesto la sociedad. ¿Qué pasa si no tienes casa, coche, el trabajo de tus sueños e hijos? ¿Qué pasa si los tienes y sientes que todavía te falta algo?».

Tras el visionado de los tres primeros capítulos de esta dramedia, el público de la Academia preguntó a Dolera por la diversidad de los personajes, en edad, raza y capacidades, la construcción de los roles y otras ficciones que han influido en Vida perfecta.

Girls, Transparent y Casual fueron los títulos que citó la creadora, que coescribió junto la serie junto a Manuel Burque. «En el guión hay mucha reescritura de diálogos, nos obsesionaba que fuera real. La gente no habla políticamente correcto todo el rato”, explicó antes de señalar que el equipo la apodó ‘el filtro de lo políticamente correcto’. “Decían, ‘si a Leticia le parece bien, vamos adelante’ y yo hago humor con todos, hasta con la discapacidad de Gari (Enric Auquer), porque si hacemos humor con todos los personajes menos con él, ya le estamos tratando de forma diferente. Yo en una escena hago un chiste con un personaje, pero luego en la siguiente lo empodero”, desgranó.

Las coprotagonistas destacaron de Dolera la “capacidad de entrega y de ejercer el liderazgo. Ella lo hace desde la flexibilidad, la empatía, la entrega. No desde la autoridad. Con eso consigue tener un equipo rendido y dispuesto, que se siente parte del proyecto», en palabras de Freijeiro. Y es que Dolera involucró a todos los actores en el proceso de ensayo, incluso a los que solo tenían una escena, en su empeño porque este trabajo y esta complicidad creada se reflejara después en los fotogramas y diera pie a la improvisación.

No son los únicos agradecimientos del reparto a la concepción de esta serie, que tuvo un 60 por ciento de equipo femenino. “La actriz cubana que interpreta a la ginecóloga me dio las gracias, porque era la primera vez que no la escogían para interpretar a una prostituta o una empleada del hogar”, recordó la directora, que tuvo que decir que su ginecóloga era cubana “para que terminara el debate, ¡porque me decían que no había ginecólogas cubanas en España!».

Foto: ©Oskar Alarcón

¿Qué es ser humano?

Dolera tardó cuatro años en levantar este proyecto, que se estrenará el 18 de octubre en Movistar +, pero que antes de llegar a la cadena ha dejado su estela en el Festival de Cannes Series, de donde se marchó con el premio a Mejor Serie y el de Mejor Interpretación ex aequo para las tres actrices. Un momento de alegría, pero también de anécdotas, que compartieron con el público de la Academia.“Mis auriculares con la traducción simultánea no funcionaban y no me enteré de que habían dicho el nombre de las tres”, reveló Villagrán, que vio como sus compañeras se abrazaban mientras ella se quedaba paralizada sin saber qué estaba pasando.

La serie –que ya se ha vendido a Alemania, Francia y Latinoamérica– se resiste a las etiquetas, según Dolera, que celebra que la prensa la califique de feminista y política, pero recuerda que la intención no es aleccionar.“Todas las historias son políticas, incluso las que no van de ello. Todos los relatos reflejan un modo de relación entre seres humanos. Mi perspectiva de género está incorporada a mi visión de la vida. Pero para desarrollar esto y el activismo ya hice un libro, esto es otra cosa: va de contradicciones, aquí me hago preguntas sobre lo que es ser humano».

Foto: ©Marta Ruiz

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