El director de fotografía, realizador y guionista Carlos Suárez falleció este sábado en Gijón, a los 73 años. Este veterano profesional puso la luz a casi un centenar de películas, trabajando con algunos de los directores más reconocidos del cine español, como Luis García Berlanga, Pilar Miró, Eloy de la Iglesia, Manuel Gutiérrez Aragón, Jaime Chávarri o Gonzalo Suárez, su hermano, con quien colaboró en casi todas sus historias.
Nacido en Oviedo en 1946, Suárez se licenció en Filosofía y Letras antes de entrar en la Escuela Oficial de Cinematografía. La escopeta nacional, La vaquilla, Remando al viento, Gary Cooper que estás en los cielos, Cara de acelga, La noche más hermosa, El río de oro, La torre de Suso, Oviedo Express, … son algunas de las casi 100 cintas de las que el asturiano fue responsable de fotografía. La última de ellas Maktub, de Paco Arango, en 2011.
Carlos Suárez también fue guionista y director de los títulos El jardín secreto (1984), Makinavaja, el último chorizo (1992), ¡Semos peligrosos! (Makinavaja 2) (1993) –sobre el mítico personaje de cómic de Ivà–, Los porretas (1996) y Adiós, tiburón (1996).
Entre otros premios, este cineasta logró el Goya a la Mejor Fotografía por Remando al viento en 1989 y la Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos por El detective y la muerte en 1994, ambas dirigidas por Gonzalo Suárez. Destaca también su labor como profesor en la enseñanza de la dirección fotográfica en diferentes escuelas de cine y centros universitarios.
Comprometido con los problemas y asuntos que afectaban al sector, fue uno de los ideólogos de la actual Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, junto con otros profesionales de la industria como Alfredo Matas, Luis García Berlanga, Carlos Saura, Marisol Carnicero, Tedy Villalba, José Sacristán, Charo López, Pablo González del Amo, José Luis Matesanz, Manuel Matji, José Nieto, y Ramiro Gómez. De la reunión de estas personalidades de nuestra industria en el restaurante O’Pazo de Madrid en 1985 saldría el germen de la asociación que, un año después, cristalizaría en la Academia de Cine.