«Es la primera película que produzco, antes no había hecho ni un cortometraje», confesó Andrea Vázquez ante una abarrotada sala en los malagueños Cines Albéniz, «ni siquiera estaba a la búsqueda de proyectos, pero Oliver [Laxe] buscaba productores por Galicia, y se lo dijo a una amiga que me lo comentó». Así de espontánea es la génesis del proyecto que le puede valer a la joven productora un Goya a la Mejor Película este sábado.
«Hicimos un Skype, mientras Oliver estaba en Irán. No nos entendíamos nada porque la conexión era muy precaria. Solo escuché que quería rodar en la casa de su madre e incendios reales con celuloide. Dijo una de esas frases que se te quedan: quiero rodar fuego con fuego», desveló Vázquez.
En el cine en los márgenes de la industria, «la producción y la dirección van muy ligadas, nuestra figura no es la del productor en un despacho con el plan de financiación. Creo que Oliver fue inteligente eligiendo a una productora neófita, porque pudimos construir el proceso a su medida. Un productor con más automatismos a lo mejor le hubiera dicho que no, y con razón, a algunas cosas. Yo crecí con la película desde el principio».
Identificación global
La cinta de Laxe ha viajado por todo el mundo, y Vázquez ha sido testigo de cómo una historia tan local «cada en todos los rincones. En Japón nos decían que Benedicta era como sus abuelas. La figura de Amador, que en Galicia llamamos un soltero de montaña, también se puede rastrear en otras culturas».
En su tierra, O que arde es un fenómeno social. La productora comentó cómo la que ya es la película en gallego más taquillera de la historia hizo que «gente bajara de las aldeas a los cines, después de décadas sin pisar una sala». Una de las claves para conseguir esta conexión es que «este es un filme autoral, pero no ensimismado. Es un cine tan esencial que por eso conecta. El consejo que siempre da Oliver es que se vea la película con la piel».
Respecto a las nominaciones en la 34 edición de los premios de la Academia de Cine –Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Actriz Revelación y Mejor Dirección de Fotografía–, Vázquez confesó que «todo el equipo está ilusionado, estar aquí ya es el premio. Que la Academia considere que O que arde una de las mejores cintas del año no solo es bueno para nosotros, sino para todo el cine. Isaki Lacuesta ya metió una patita el año pasado, si conseguimos que haya cine independiente todos los años en los Goya, ese es el éxito».
