Juan Carlos Tous, cofundador de Filmin: “El usuario decide el formato, pero el producto es el mismo”

Por Ana Ros · 13 mayo, 2020

En 2007 su optimismo le llevó a conseguir lo que entonces parecía una quimera: crear una plataforma para ver contenido online, y pagando. Actualmente, su catálogo es muy amplio y se nutre de estrenos, cine contemporáneo, clásicos y series de televisión. Juan Carlos Tous, socio fundador de Filmin junto a Jaume Ripoll y José Antonio de Luna, reconoce que “a nadie escapa que este periodo de confinamiento ha favorecido el consumo cultural online”, y que su plataforma “ha crecido en audiencia, visibilidad y reconocimiento entre los aficionados al cine”. El CEO de la plataforma explica cómo avanza el sector audiovisual por una crisis que acelera un cambio en la convivencia de ventanas, justo cuando se anuncia que los Goya 2021 permitirán competir excepcionalmente a los estrenos online. Apela a un diálogo necesario entre los implicados, y a remar juntos en la misma dirección con el fin de, una vez se atraviese de la mejor manera posible este temporal, llegar al puerto que a todos interesa. Aquel en el que espera el espectador.

¿Cómo está cambiando la crisis sanitaria a Filmin?

Veníamos de un 2019 espléndido, de un crecimiento continuado, y de repente nos hemos visto invirtiendo en estructura técnica para responder a una mayor demanda. Un crecimiento que no puede ser del todo satisfactorio atendiendo al periodo que atravesamos. Desde el primer momento nos hemos puesto a disposición de productores, de distribuidores y de las entidades que lo consideren para acercar el cine al espectador. Podemos ser una ventana óptima para llenar el hueco de los estrenos que hoy, por imperativo, no pueden cubrir las salas y también, un complemento a la distribución tradicional ante el gran número de películas que deberán estrenarse, una vez recobremos la normalidad y los cines abran las puertas.

Fueron la segunda plataforma en presentar una modelo de suscripción de cine en Europa, y los primeros en desarrollar una aplicación para tabletas y smartphonesTambién ha participado en momentos novedosos de la industria, como el estreno de Carmina o revienta simultáneamente en salas de cine e internet en 2012.

Fue exitoso pero quizás prematuro para la industria. Aquello que parecía una locura por la que solo apostábamos unos cuantos, hoy es más común de lo que muchos vaticinaban. Tendemos a una distribución donde cohabitarán diferentes modelos, donde los espacios de tiempo y las formas variarían por muchas razones. Cada vez más veremos películas estrenadas en Internet de forma exclusiva, conjuntamente o como complemento antes o después del estreno.

Asamblea fue la primera película española que trasladó su estreno a Filmin. Le siguió Pullman , y el estreno mundial de la ópera prima de David Moragas, A stormy night. El 15 de mayo llega una coproducción española, Parking

Es una ventana de oportunidad para cierto tipo de producciones que, una vez que abran los cines, tendrán mucha dificultad no solo para encontrar sala sino espacio en los medios. Ahora mismo pueden tener una exposición y un público potencial que quizás no vayan a tener en el último trimestre.

¿Qué futuro augura a nuestro cine? 

Siempre he visto el cine desde el ángulo de un distribuidor de home video, primero en VHS, luego en DVD, Blu-Ray y ahora en streaming. Eso no me facilita tener una visión global de sector del cine y he de ser prudente a la hora de vaticinar según qué cosas que afectan también a la producción y exhibición. Coincidimos en la predicción de que vienen tiempos difíciles. También sabemos que la magia del cine está por encima de muchas predicciones y que el talento de nuestros cineastas y la profesionalidad de quienes configuran nuestra industria será la palanca para retomar la aceptación del público.

«Hay miedo a que el espectador no vaya a ver una película a una sala si sabe que la podrá ver pronto en su casa»

¿De qué manera la crisis actual afectará a la convivencia de ventanas de exhibición?

Llevamos demasiados años con este debate. El confinamiento lo ha rescatado y algunos distribuidores se han dado cuenta de la intransigencia de algunos exhibidores que las imponen como condición para el estreno en sus salas. ¡Es increíble que no se haya permitido acortar esos plazos para su estreno en Internet cuando los cines estaban cerrados! También muchos productores han visto el anacronismo que representan esas ventanas para la concesión de ayudas para la producción.

Han de existir ventanas. El cine debe empezar en el cine, pero es un error que estas ventanas sean fijas e inamovibles. Deberían ser dinámicas fijando el periodo de exclusividad en cines de acuerdo a la propia película, a su plan de distribución y al resultado inicial de la taquilla. No tiene sentido, ni favorece a nadie de la industria, que una película no esté a disposición del público en ningún formato o forma de distribución porque está fuera de la cartelera pero en periodo de exclusividad en salas.

¿Qué tendría que cambiar para que se llevara a cabo con éxito? 

Diálogo: establecer puentes y flexibilizar las posiciones. Buscar de forma conjunta la mejor respuesta ante la situación que se nos presenta y esto solo se consigue escuchando al otro, cediendo y atreviéndose a innovar con nuevas formas de distribución. Nosotros hemos probado otras cosas. Hemos hecho preestrenos, hemos ofrecido películas de forma gratuita con un Instagram Live del director, hemos reestrenado películas olvidadas en los cajones de los distribuidores y hemos convertido un festival tradicional en un acotencimiento en Internet… Entendimos desde el inicio que el confinamiento era un periodo muy valioso para atreverse a hacer pruebas y sacar conclusiones. Lamentablemente, por la intransigencia de algunos y la falta de cintura de otros, el cine español ha perdido una oportunidad única para arriesgarse y probar nuevas formas de distribución.

¿Por qué resulta tan difícil llegar a acuerdos con las distribuidoras para que estrenen directamente con Filmin y otras plataformas?

El origen del problema no está en la distribución, el problema radica en la posición inamovible de las principales cadenas de exhibición. Sabemos que la ventana de cine es la que aporta mayores rendimientos a una película, pero eso no debería ser razón suficiente para que una vez agotada la vida de una película en salas pasara inmediatamente a Internet. Hoy, hay películas que permanecen en cartelera escasas semanas y no pueden saltar a otra ventana hasta los cuatro meses por exigencias del exhibidor. Hay miedo a que el espectador no vaya a ver una película a una sala si sabe que la podrá ver pronto en su casa. Eso es perjudicial para la película y no obedece a la diversidad de la oferta semanal en cines. Cada ventana tiene su público.

Las películas españolas están obligadas a pasar por salas para recibir una subvención. ¿Debería cambiar el plazo que una película debe esperar a estrenarse online?

La obligación por ley de estrenar en salas para recibir ayudas a la producción es una buena medida en tiempos normales, pues favorece al conjunto de la industria y mide la aceptación del producto por parte de la exhibición. Lamentablemente, la corrección puntual de esta ley en este periodo de crisis ha llegado tarde y no ha permitido que algunas producciones españolas se estrenaran en Internet creando, también, una desventaja competitiva frente al cine internacional.

Respecto al plazo de 112 días para la disponibilidad online desde el estreno de una película, contrariamente a lo que parece, es un periodo que no está fijado en ninguna ley. Es una práctica restrictiva que imponen algunos exhibidores para el estreno en sus salas y que ha conseguido asentarse en la distribución cinematográfica.

Los distribuidores se quejan de que el streaming sigue sin ser rentable y que la principal fuente de financiación sigue siendo la venta de entradas de cine… ¿De qué manera podría llegar a ser rentable para todos? 

En la cuenta de resultados de un distribuidor los ingresos provenientes de las salas de cine son los más notables, si bien los generados por la ventana de internet no dejan de crecer. Será cuestión de tiempo ver si el crecimiento continuado del VOD permite igualar los ingresos que recibe el distribuidor. Hoy, y considerando este estado excepcional, la secuela de Trolls ha producido mayores beneficios a Universal en la ventana de VOD que la original en taquilla. Quizás no sea un ejemplo válido, pero si muestra una tendencia.

Los fundadores de Filmin Jaume Ripoll, Juan Carlos Tous y José Antonio de Luna

Una novedad: los festivales

Han sido pioneros de muchas maneras a la hora de distribuir cine al lanzar una aplicación para iPad, iPhone, Smart TV y Apple TV. ¿Trabajan en algo nuevo de cara a seguir distribuyendo el cine que ahora no puede verse en salas?

Gracias a la confianza ganada en los 13 años que llevamos en el mercado, presentamos una línea de producto reconocida y nos esforzamos por añadir valor a nuestra oferta, como recientemente hemos hecho presentando en exclusiva festivales de cine. La confianza de festivales como el D’A Film Festival Barcelona, el DocsBarcelona y algunos otros que presentaremos próximamente, nos empuja a desarrollar adaptaciones en nuestras aplicaciones para que un festival que debería verse en salas, pueda tambien disfrutarse en cualquier dispositivo conectado a Internet.

¿Lo ve una solución viable para Málaga, San Sebastián o Cannes?

El D’A y DocsBarcelona han mostrado una valentía y un compromiso con su público admirable. En lugar de mover la fecha o cancelar el evento, han apostado por ampliar el público y buscar nuevos caminos para ofrecer una programación en la que iban trabajando todo el año. Está claro que un festival con un presupuesto millonario como Cannes o San Sebastián tiene una difícil translación online, aunque sí creo que algunas de las secciones podrían ser online, aligerando la programación presencial.

«El espectador saltará de plataforma a plataforma de acuerdo a la oferta puntual»

¿Ve más cerca una industria audiovisual donde las fronteras entre series y películas, cine y televisión, salas y plataformas se desdibujen? ¿Cambiará para siempre el paisaje?

Antes de esta situación ya se habían desdibujado. Hemos asistido al éxito de series de pocos capítulos de treinta minutos y hemos aplaudido películas de más de tres horas de grandes cineastas estrenadas en streaming. Se rompen los modelos de distribución, los formatos, las ventanas. Al final, cada obra precisará de su mejor plan de distribución y exhibición de acuerdo a como estuviese conceptuada por su creador y  a la propia apuesta del productor. No hay un paisaje homogéneo, hoy vemos series rodadas en formato de cine y proyectos de películas que acaban siendo una serie de televisión.

¿Empieza a haber superpoblación de plataformas?

Acaba de aterrizar Disney+ y en breve veremos la implantación de HBO Max y próximamente llegará Peacock, la plataforma de Universal. Como consumidores, deberemos estudiar muy bien la oferta para saber a qué plataforma suscribirnos y también veremos una intermitencia en las suscripciones. El espectador saltará de plataforma a plataforma de acuerdo a la oferta puntual. Será también clave la agregación de servicios y la oferta que presenten los operadores de telefonía.

Tienen un IVA cultural de los más altos, el 21%, y ahora han bajado este impuesto a los libros digitales…. ¿Reclamarán ustedes una bajada ahora que se ha demostrado la importancia del consumo de cine en casa?

El problema radica en que somos muy pocas las empresas españolas que se dedican al VOD. Las plataformas principales son extranjeras, globales, y no están dispuestas a luchar por eso. Quienes más podrían alzar la voz callan ante esta injusta situación, pues no les interesa que este debate se vuelva público. Otro problema, o desenfoque en la situación, se produce por no revertir esta bajada en el usuario. Nosotros no dejaremos de reclamar que un acceso a visionar una película online deberían tener el mismo IVA que una entrada al cine. Es el usuario quien decide el formato pero el producto que consume es el mismo, una película. El ejemplo del libro es claro y es el gobierno quien tiene la potestad para poder igualar las dos formas de consumo de un bien cultural. Pero claro, bajar el IVA en la actividad de aquellos que no tributan en el estado español, por más que beneficiase a una empresa como Filmin y a sus usuarios, no estaría muy bien vista. Prefieren seguir considerándonos como una plataforma de e-comerce.

¿Cambiará la forma en que consumiremos cine?

En este confinamiento la gente ha descubierto y probado diferentes plataformas . A partir de ahí es posible que consideren atractivo consumir cine en el ámbito doméstico por razones de comodidad, precio y hasta de aislamiento. No sé si cambiará para siempre la forma de acercarse al cine, pero de inicio, ante las medidas sanitarias que parece que se deberán adoptar en las salas, parece que la vuelta del espectador al cine será de forma gradual. No me cabe duda que poco a poco, y a medida que vayamos retomando la normalidad, el espectador volverá al cine sabiendo que esa es una experiencia única. La experiencia de disfrutar de una película en un cine es inigualable, tanto para una pequeña joya de cine independiente como para una gran producción.

¿En qué consiste vuestro proyecto The Filmin Times?

Una herramienta que surge para dar respuesta al problema endémico de dar visibilidad a aquellas películas valiosas que se pierden entre la inmensidad de nuestro catálogo. Podríamos definirlo como un spin off editorial que permite descubrir películas de nuestro catálogo a través de la historia contemporánea bajo una aplicación diseñada de forma independiente. Es una aplicación que está gustando mucho en ámbitos educativos y que nos hace sentir orgullosos de nuestro equipo editorial y tecnológico.

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