De la Iglesia: “Todos los géneros están condicionados por nuestra visión histriónica de la vida”

Por Chusa L. Monjas · Fotografías de ©Alberto Ortega · 1 junio, 2020

Con ‘The Fear Collection’ persigue situar el cine fantástico español, “el mejor de Europa”, en el lugar que debería estar.

Álex de la Iglesia no pone límites ni techos al  importante acuerdo que ha cerrado para producir una saga de películas de terror. El director, guionista y productor vasco ya está trabajando en ‘The Fear Collection’, marca de cine fantástico y de terror resultado de una alianza a tres bandas –Sony, Amazon Prime Video y Pokeepsie Films, la compañía que fundó con su esposa, la actriz Carolina Bang– con la que quiere cambiar la industria cinematográfica española. “Todos los que quieran acompañarme, bienvenidos son”, subraya.

De la Iglesia aparca el ‘yo’ y habla de ‘nosotros’, del trabajo con cineastas “que nos interesen, no solo españoles, para contar en diferentes idiomas dos historias al año, en principio. Si las películas funcionan y el público nos acepta, mi ideal sería lanzar cinco por temporada. Soy  muy ambicioso, me gustaría tener un equipo de supervisión; generar un equipo de directores, de guionistas; tener un estudio, platós…Me  pongo a pensar y me vuelvo loco”, confiesa el conocido creador bilbaíno, que cuenta que Sony estrenará las películas en los cines y posteriormente Amazon Prime Video las incluirá en el catálogo de su plataforma VOD. Los derechos para la distribución internacional de la antología de largometrajes los tendrá Sony Pictures Entertainment Iberia.

La cultura siempre ha ocupado un espacio fundamental en la vida de De la Iglesia, que estudió Filosofía en Deusto, levantó el León de Plata a Mejor Director y el Premio al Mejor Guion en Venecia, tiene el Premio Nacional de Cinematografía y el Goya a Mejor Dirección por El día de la bestia y presidió la Academia de Cine (2009-2011).

Seducido por el moderno cine fantástico y de terror de Ari Aster (Hereditary y Midsommar), de Panos Cosmatos (Mandy) y de Fede Álvarez (No respires), espera estar a la altura de esta nueva responsabilidad.

Es un acuerdo sin precedentes en nuestro país.
Es la primera vez que se alcanza una alianza de este tipo en todo el mundo. En el proceso han intervenido dos personas fundamentales: Carolina Bang, que tras tres años de negociación ha logrado sacar adelante el proyecto, e Iván Losada [director general de Sony Pictures España], que ha conseguido convencer a los americanos, que no es fácil, y a muchas personas de que en España hay una cantera de talento para el cine fantástico y de terror que no existe en otros países. Es una oportunidad muy grande para todos los que hacemos cine fantástico.

No hay muchos países con una tradición de cine de terror tan interesante como la nuestra.
No. Y, además, tan reconocida en todo el mundo.

En los 70, era un cine que dominaba y destacaba con Paul Naschy, Jordi Grau, Jess Franco, León Klimowsky, Eugenio Martín…Un cine de terror impresionante que usted quiere que vuelva a serlo.
El cine fantástico y de terror español está más vivo que nunca. Después de Verónica, en América están deseando ver lo próximo de Paco Plaza. El hoyo es una historia extraordinaria que pasó sin pena ni gloria por la taquilla y, gracias a las plataformas, está triunfando en todo el mundo porque las plataformas, de alguna manera, democratizan el contenido.

Entras en Amazon y no estás pensando si una película tiene una gran promoción o no, estás viendo un cartel y cuando le das al clic y ves que la película es buena, estás haciendo tú mismo promoción de ese título. Tenemos que agradecer infinitamente a las plataformas que coloquen el cine que hacemos en un lugar que no ha estado nunca porque jamás hemos tenido esa repercusión.

Desgraciadamente, no hemos tenido la habilidad de darle la suficiente importancia al lanzamiento y a la distribución internacional de nuestras películas, por presupuesto siempre nos hemos quedado en el hecho de hacerlas.  Pero esto es muy importante. Y ahora que las plataformas nos facilitan el colocarnos a la altura de cualquier producción, nuestro cine va a ser mucho más conocido.

Quiero que haya muchas más Verónicas, mucho más El hoyo, muchas más producciones que provoquen el interés y la curiosidad de un público al que lo único que le interesa es que la película sea buena.

Usted es el coordinador de ‘The Fear Collection’.
Voy a intentar ser un intermediario. Dirigiré la primera película del sello, pero no quiero monopolizarlo. Lo que me gustaría es contar con los profesionales de la industria, discutir y debatir los caminos por los que vamos a poder llevar el trabajo, generar un debate con los directores, con los festivales, y lograr que este proyecto, de alguna manera, desarrollara, fomentara y ampliara el espectro del cine fantástico español y lo colocara en el lugar que debería estar porque, en mi opinión, es el mejor de Europa.

Ya ha comunicado algunos de los nombres que formarán parte de la colección: Jaume Balagueró, Paula Ortiz o Carlos Therón. 
La segunda película del repertorio llevará la firma de Balagueró, y va a ser una tralla absoluta. Y después quiero hacer una con Paula Ortiz y otra con Carlos Therón, que hasta ahora solo ha hecho comedia. Lo mismo que algunas veces he utilizado humoristas para hacer filmes dramáticos, me apetece que directores de comedia hagan películas de terror. También quiero trabajar con Borja Cobeaga y Javier Ruiz Caldera. Espero que les apetezca porque la industria en ese sentido es muy drástica, y cuando triunfas en un género, solo quieren que hagas lo mismo una y otra vez.  Eso no va a pasar en ‘The Fear Collection’.

¿Habrá espacio para nuevos creadores y para más mujeres cineastas? 
Por supuesto, son mis principales obsesiones. Me gustaría trabajar con Chus Gutiérrez, con Helena Taberna… Estamos produciendo la cinta de terror La casa de tiza, la primera película de un alumno de la ESCAC, de donde provienen muchos talentos. Buscaremos en muchos sitios.

Chicho, una referencia constante

La terrorífica Musarañas fue la primera película de Pokeepsie Films. En su estreno como productor, sin estar detrás de la cámara, está el germen de ‘The Fear Collection’.
Musarañas fue una idea de Carolina, y funcionó de maravilla, fue un éxito internacional. Llevamos 10 películas como productores y en todas hemos seguido la misma táctica, que no es otra que dar libertad absoluta. Al ser director, mi ventaja a la hora de opinar sobre un proyecto es que nunca voy a decir a los cineastas ‘dale una vuelta al guion’ o ‘algo falla como en medio de la historia’. Mi forma de trabajar es decir donde creo que hay que quitar, donde hay que poner  y luego usted coja lo que quiera de lo que le he dicho.

Ha visto mucho cine de género, así que sus juicios se tendrán en cuenta.
Antes iba al cine dos veces al día y en casa, a partir del magnetoscopio, veía muchísimo cine de día y de noche. Pero a los 25 años empecé a trabajar y, desde ese momento, siempre estoy dirigiendo o escribiendo. Confío mucho en la opinión de amigos y, por ejemplo, intento ver todo lo que le gusta a Ángel Sala [director del Festival de Cine Fantástico de Sitges].

Le va el terror. Ahí está El día de la bestia, Perdita Durango, Las brujas de Zugarramurdi, 30 monedas –serie  de «terror puro» que terminará de grabar en septiembre y que HBO estrenará este año–, y ahora la primera producción de ‘The Fear Collection’.
Rodaremos en octubre, en español, inglés e italiano, y con un reparto internacional. Es una película de terror escrita por Jorge Guerricaechevarría que transcurre en las calles vacías de Venecia, en las calles que no están plagadas de turistas porque no van ni a la Plaza de San Marcos ni a la zona del Rialto.

¿Cuál fue su primer contacto con el cine de terror?
Las dos primeras películas que vi en el cine y en televisión y que fueron muy similares: Godzilla y King Kong. Y también vi en la tele la película muda de dinosaurios El mundo perdido. Yo se lo debo todo al ‘Cineclub de La 2’, donde vi todas las películas de terror, y también a ‘Mis terrores favoritos’, con Chicho, donde descubrí clásicos como El pueblo de los malditos y La casa en el confín del mundo.

Es un digno heredero de Chicho Ibáñez Serrador.
Eso son palabras mayores. Si hay alguien a quien respeto y admiro siempre es al maestro. Chicho es una referencia constante como profesional y, sobre todo, como persona. Es alguien que ha marcado mi vida y reconozco que es un honor que esto ‘pueda parecer’ un seguimiento de su carrera porque es una persona que está a años luz de cualquiera de nosotros, sobre todo en calor humano, que es lo más importante.

Rodaje de Perfectos desconocidos

El susto y la risa, conductas automáticas

A los españoles les gusta pasar miedo.
Hay una gran tradición de lo macabro en nuestro país, de la visión satírica y grotesca del miedo. Las brujas de Goya son grandes caricaturas grotescas de una manera de ver el mundo. Todos tenemos en la cabeza a Valle-Inclán, a Quevedo…No hay que retrotraerse tanto, lo tenemos cercano a nosotros, lo tenemos en la comedia. En general, nos interesa una visión histriónica, granguiñolesca de la vida y eso imbuye la comedia, el  drama y también el terror. Todos los géneros se han condicionado con esa manera de ver las cosas. Nosotros somos así y con nuestro punto de vista transformamos la comedia, la tragedia. Dudo mucho que en España se pueda hacer comedia blanca, porque toda la comedia tiene una retranca, un punto de vista no precisamente ideal, no precisamente legal. Hay cierta ilegalidad en nuestra manera de enfrentarnos a la creatividad, a la literatura, al teatro. Hay un gusto malsano por lo extraño.

El terror es uno de los géneros más fieles a la hora de representar a las sociedades.
Sin duda. El extraño viaje, El pisito o El cochecito, que es una de mis películas favoritas y que trata de un abuelito que asesina a toda su familia. ¡Una historia tan políticamente incorrecta rodada en 1960! Siempre hemos tenido un talante muy abierto con la creatividad.

¿Hay claves para asustar al espectador?
Sí, pero han sido poco estudiadas. El drama y las películas de alto contenido social han sido más estudiadas por la crítica porque están más valoradas. El género siempre ha resultado frívolo para muchos, y la razón es que, tanto la risa como el terror, atacan al cerebro de una manera automática, parece que no hay un proceso intelectual.

Cuando ves una película dramáticamente buena, tienes tiempo para valorarla, puedes pensar en mitad de la película ‘¡oh, que gran aproximación a los problemas de nuestro tiempo!’.

Cuando estás viendo una película de terror no hay tiempo, te tiene que asustar y cuando algo te asusta lo hace de manera automática, pegas un brinco, no puedes racionalizarlo.

Y ocurre lo mismo con la risa, que supone una ruptura en un proceso mental tuyo, tu crees que la secuencia va a ir por un camino y va por otro diametralmente opuesto, y eso te provoca o miedo o risa. Se puede estudiar por qué ocurre esto y también por qué una misma situación puede ser divertida en plano general y pierde gracia si es en primer plano. La respuesta es que hay un lenguaje. En el terror, lo mismo. Alien resultó tan tremendamente brutal por ser muy explicita en un momento determinado (expresando dolor cuando sale el monstruo del estomago de una persona) y muy sugerente en otros, enseñando el origen del dolor. El monstruo, y mira que era bonito, no se ve prácticamente en la película.

¿Cuál es la mayor complicación de este género?
Lo mismo que no quieres que una comedia se quede solamente en una colección gags, aunque tampoco tengo nada en contra de que sea así, pues que no se quede en un susto. Ojalá pudiera hacer algún día lo que consigue La rosa púrpura de El Cairo, que te hacer reír y después de verla, entiendes mejor la realidad y sales mejor persona.

¿Ha tenido alguna experiencia sobrenatural? ¿Y de terror?
De terror, infinitas. Sobrenatural una, vi un fantasma. Estaba con un amigo y pensamos que habíamos visto otra cosa. Al día siguiente lo hablamos y no hay otra explicación: era un fantasma.

Con la situación creada por la COVID-19, ¿cree que el  cine de terror se apuntará a las películas de virus y pandemias?
No. Eso es una frivolidad. La COVID-19 es una terrible tragedia que está haciendo un daño gigantesco a cientos de miles de familias en todo el mundo. Nosotros hablamos de ficción. Sin duda, cuando estás pensando en ficción, muchas veces te basas en tus experiencias, en una realidad, pero no en este caso. Ahora lo prioritario es cómo solucionar el problema y, sobre todo, cómo atender a las personas que lo están sufriendo.

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