Hasta hoy, Cielo negro de Manuel Mur Oti era una de esas cintas del cine español solo al alcance de los muy cinéfilos. La historia de Emilia, una desdichada costurera que toma prestado un vestido de la casa de modas donde trabaja para acudir a una cita, ha permanecido en un semiolvido, a causa de las dificultades para localizar copias de esta película de 1951. Recuperada a mediados de los años ochenta, Cielo negro está considerada un auténtico clásico del cine español. Y sin embargo, ha sido una película invisible, con pocas emisiones en televisión y sin presencia en ninguna plataforma. FlixOlé, en su línea de recuperación del patrimonio de cine español, ha decidido ofrecer una copia original de esta película, después de un proceso de restauración completo tanto de imagen como de sonido y en calidad HD. Protagonizada por Susana Canales (Premio CEC a la mejor actriz por su interpretación), Fernando Rey y Luis Prendes, desde esta semana la copia restaurada se puede visionar en la plataforma.
Cielo negro es un melodrama en el que la protagonista se convierte en víctima del destino. Recordada en su momento por el poderoso travelling son el que culmina el metraje, la aportación de Cielo negro al melodrama español reside en cómo trasciende dos géneros que están en el origen de la película: por una parte el folletín, con una sucesión de situaciones a cada cual más novelesca, y por la otra parte el costumbrismo más castizo, que la lleva a emparentarse con otro gran clásico de nuestra cinematografía: Calle Mayor, de Juan Antonio Bardem.
Manuel Mur Oti fue considerado uno de los mayores genios del cine español desde sus inicios como guionista, porque tenía mucha sensibilidad no solo para contar tramas complejas sino para mostrar matices y claroscuros en los personajes. Su primera película, Un hombre va por el camino ya fue muy celebrada. Tanto que Joaquín Romero-Marchent puso su productora al servicio de Mur Oti y le ofreció la adaptación de una novela de la que había comprado los derechos, Miopita, de Antonio Zozaya, de la que Mur Oti limó los aspectos más folletinescos, para acercarla al poderoso melodrama que acabó resultando Cielo negro.
