Aceptar lo inevitable | Encuentro con Pedro Collantes y Macarena García

Fotografías de ©Olga Martín Sánchez y Rafael Fuster · 12 noviembre, 2020

El director Pedro Collantes y la actriz Macarena García conversaron sobre El arte de volver en la Academia

Un “micropresupuesto” –150.000 euros– y 11 días de rodaje para contar 24 horas en la vida de Noemí, una joven aspirante a actriz que vuelve a casa tras una larga estancia en Nueva York para presentarse al casting de una serie. Con estos mimbres construyó Pedro Collantes su ópera prima, El arte de volver, cuyo preestreno acogió la Academia de Cine con un posterior encuentro con su director, coguionista y montador, y su protagonista, Macarena García.

“Es una historia sobre aceptar lo inevitable y gestionar la mirada de los demás con la propia ¿Qué soy yo? ¿cómo me muestro con cada persona? En cada encuentro que tiene Noemí con sus familiares, amigos, con extraños, se ve una cara de ella”, señaló Collantes, responsable del que es el primer proyecto español seleccionado en el Biennale College del último Festival de Venecia, un programa de ayuda que apoya la producción de cuatro proyectos cada año, y uno de ellos fue El arte de volver. “Seleccionan los proyectos sobre tratamiento y, para que todos estén en igualdad de condiciones, solo puedes contar con los 150.000 euros y tienes nueve meses para entregar la película y que se proyecte en el Festival de Venecia”,  comentó el novel cineasta.

Junto con Daniel Remón, que también estaba en el Biennale College como productor, escribió su primer largometraje sobre la sensación extraña de alguien que lleva mucho tiempo fuera de su país y cuando regresa “tiene que poner en sincrónica la vida y las relaciones”. Y, aunque advirtió que no era autobiográfica, sí confesó que había volcado muchas de sus  vivencias  y de las de amigos –él vivió fuera de España nueve años–. No es una película generacional, irte fuera y volver es algo universal, da igual la edad que tengas cuando estás perdido y tienes que reenfocar la brújula de la vida”, apostilló.

La amistad, la vida en familia, la sexualidad, la vida sentimental, la lealtad y la traición, la búsqueda de refugio detrás de las máscaras…La película va mostrando una sucesión de encuentros de la protagonista con otros personajes, un formato episódico “cuya semilla está la secuencia que tiene Noemí con su abuelo (Celso Bugallo) y, a partir de esta imagen, se cuenta el antes y el después de ese encuentro”, destacó Collantes, que tuvo que lidiar con el estado de alarma por la pandemia. “Se nos quedaron colgados dos días de rodaje. Viví la incertidumbre de no saber si iba a poder terminar de filmar la película, de si el Festival de Venecia se iba a celebrar…Confinado en casa, me puse a montar”, dijo.

Terminó la película, se presentó en el certamen italiano, “que fue clave”; después se proyectó en el Festival de Sevilla; y el próximo 11 de diciembre llegará a los cines El arte de volver con un epílogo “en el que buscaba el agotamiento emocional de Noemí después de un día lleno de experiencias y emociones. Es una película en la que se habla mucho, quise que el  final fuera sin palabras, que se quedará el silencio”, manifestó Collantes, que fue uno de los creadores de la primera edición de ‘Residencias Academia de Cine’, iniciativa impulsada por la Academia y el Ayuntamiento de Madrid en la que tuvo como mentor al cineasta Pablo Berger. “Comenté con Pablo El arte de volver, y él me empezó a hablar de Macarena y nos puso en contacto”, añadió.

©Rafa Fuster

Homenaje al gremio

Macarena García, que debutó en el cine como la Blancanieves muda, torera y en blanco y negro de Pablo Berger, cuento que logró diez Premios Goya, entre ellos el de su reconocimiento como Mejor Actriz Revelación, no dudó en meterse en la piel de Noemí. “Mi situación es muy distinta a la del personaje porque estoy en ese pequeño porcentaje de actrices que trabajan. Pero como todos los intérpretes, tengo miedos e inseguridades, por eso he querido hacer este pequeño homenaje al gremio”, declaró la madrileña, que también ha sentido “desconexión y soledad en mi ciudad y con la gente que quiero”.

La actriz agradeció la confianza que Pablo Berger tiene en ella –“hay personas claves, y Pablo es una de ellas”– y también se pronunció sobre el último plano del filme. “Fue la escena que más me costó. Estuve muchas horas concentrada, probamos muchas veces y había algo que no…Hasta que surgió la magia”.

©Rafael Fuster

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