Cada película que rodaban juntos era “la última”, pero siempre se reencontraban. Félix Sabroso y Dunia Ayaso firmaron juntos multitud de cortos, seis largometrajes y dos series de televisión, antes del fallecimiento de la cineasta canaria en 2014. Diez años después de su última cinta a cuatro manos, La isla interior, Sabroso acudió a la Academia de Cine para conmemorar el aniversario y recordar a su pareja creativa, arropado por la actriz Candela Peña y el diseñador de vestuario Pepe Reyes.
Desde el inicio de su carrera a principios de la década de los noventa, el tándem Ayaso-Sabroso siempre firmó sus trabajos a dos. “Nos gustaba estar juntos más allá de los rodajes”, explicó el segundo, “a veces invitábamos a amigos a cenar y, al acabar, nos dábamos cuenta de que no les habíamos dejado hablar”. Dos grandes personalidades que, en el trabajo y en la vida, a menudo chocaban –“a veces yo era ruido para ella y ella era ruido para mí”– pero compartían una filosofía común: que primara el buen ambiente y el sentimiento de amistad. “Ser cineasta no implica estar por encima de los demás, porque el cine no es más importante que la vida. Con una de mis primeras películas un crítico nos machacó de manera vil, entraba en lo personal. Me sorprendía que una película suscitara tanta rabia, porque pensaba: solo es una película”.
Candela Peña, la actriz fetiche del dúo y que considera su oficio como “un instrumento para los directores”, corroboró el ambiente eléctrico que generaban juntos: “cuando me dicen que tengo un carácter fuerte a veces me molesta, pero es lo que yo diría de Dunia. Yo le gustaba, a mí me defendió en muchos momentos. Pero cuando estaban juntos, era motivo de guerra entre los dos. En La isla interior ella estaba muy brava, porque era en su tierra. Se contaban cosas que estaban más cercanas a la familia. Fue un rodaje muy especial, pero nos peleamos muchísimo. Con dos juntos dirigiendo, era fuerte, pero los mejores trabajos que he hecho en mi carrera son con Félix y Dunia”.
El diseñador de vestuario Pepe Reyes explicó además cómo el tándem “cuidaba hasta al último técnico o figurante”, y el director de arte Javier Fernández, que intervino desde la platea, definió a Ayaso como “pura pasión, pura entrega”.
La imposibilidad de cambiar
Protagonizada por Candela Peña, Alberto San Juan, Cristina Marcos y Geraldine Chaplin, La isla interior es la historia que Sabroso escribió “cuando mi padre acababa de morir. Me abrumaba lo que me decían que me parecía a él, el miedo a heredar sus enfermedades… Es una cinta sobre la imposibilidad de cambiar. No es muy esperanzadora”. Peña se emocionó al leer el libreto, porque “sabía de dónde venía la historia y eso me emocionó”.
La cinta, que retrata una familia en descomposición donde todos los miembros hieren a los demás y a sí mismos, le valió a San Juan el premio a Mejor Actor en el Festival Internacional de Cine de Valladolid. Y, tras el fallecimiento de Ayaso, será para siempre el último largometraje de la pareja de cineastas. “En vida me peleé mucho con ella”, concluyó Sabroso, “luego me demostré que podía hacer las cosas solo… Pero siempre me descubro bajo su influencia. A pesar de las dificultades, con Dunia he tenido una gran vida”.