Fallece el compositor aragonés Antón García Abril

17 marzo, 2021

Medalla de Oro de la Academia 2014, compuso más de 200 bandas sonoras para cine y televisión

La jaculatoria de ‘Milana, bonita’, el dabadabada de Sor Citroën, la brillante sintonía de El hombre y la tierra… Antón García Abril, que gozaba de gran popularidad por haber puesto música a numerosas películas, series de televisión y piezas teatrales, ha fallecido este miércoles en Madrid, a los 87 años de edad.

El reconocido compositor, que contaba con una filmografía que superaba las 200 bandas sonoras, era una figura sobresaliente de la música española. Autor de una extensa obra sinfónica y de cámara que abarcaba la mayoría de las formas musicales, participó en numerosas películas “espléndidas, otras menos, pero en todas tuve la posibilidad de expresar lo mejor de mí mismo”, declaraba el maestro turolense, que colaboró con Mario Camus, Pilar Miró, Antonio Isasi-Isasmendi y Pedro Lazaga, entre otros muchos directores.

La música de las películas Los santos inocentes, El crimen de Cuenca, Sor Citroën, Vente a Alemania, PepeLa ciudad no es para mí, entre otras; y de las series de televisión El hombre y la tierra, Anillos de oro, Segunda enseñanza, Brigada Central, Compuesta y sin novio, Ramón y Cajal y Fortunata y Jacinta es obra de este prolífico compositor para cine y televisión.

La música y las imágenes

Adelantado siempre a su tiempo, Antón García Abril (Teruel, 1933) entendía que la música era un lenguaje, independientemente de su forma o género, y que la música de cine “cuando está bien escrita” hay un momento en la que se convierte en pura imagen. “Es una música que se alimenta de muchos parámetros y cuando hay una perfecta comunión con la imagen induce a la reflexión. El músico de cine, por naturaleza, debe ser una persona muy culta y su música debe tener una flexibilidad natural para amoldarse a todo tipo de discursos y narrativas, así como la habilidad suficiente para abordar estéticas dispares desde la música de cámara, la electroacústica o el sinfonismo”, destacaba.

Protagonista del documental El hombre y la música, de Laura Sipán, García Abril era académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y había sido reconocido con el Premio Nacional de Música (1993), Premio Fundación Guerrero de Música, el Premio de la Música en varias ediciones, la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes (1998) y la Gran Cruz de Alfonso X El Sabio, entre otros premios a los que en 2014 sumó la Medalla de Oro de la Academia de Cine, cuya obertura escribió y grabó con la Orquesta Sinfónica de Londres.

La familia del cine homenajeó a este defensor de la melodía por haber emocionado con sus trabajos en la industria audiovisual, sus cantatas, ballets, óperas y canciones.

Compositor, músico, director, pedagogo e instrumentista, el maestro estableció una potente y apasionada relación entre la música y las imágenes.“Siempre he intentado que la música se convirtiera en imagen y la imagen en música, y en algunos casos lo he logrado”, manifestó el que era consejero de honor de la SGAE»

«Querido maestro, me enseñaste mucho desde que mi mundo se convirtió en música.  Estoy seguro que tendrás un lugar privilegiado en el cielo, donde solo los que dan amor residen. Vivirás para siempre en el corazón de los que te admiramos y admirarán», ha declarado Roque Baños, uno de los grandes compositores para música de cine.

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