Su pasión por el dibujo le ha convertido en uno de los profesionales más reconocidos, tanto nacional como internacionalmente, del cine de animación. Creador, guionista y director, Sergio Pablos ha sido distinguido con el Premio Segundo de Chomón 2021, galardón que la Academia de Cine concede a empresas o personas cuyas aportaciones técnicas contribuyen al desarrollo de la industria cinematográfica.
Fundador del estudio de animación SPA, de donde salió Klaus, película nominada al Oscar con la que evidenció que la animación española podía ser un referente en este competitivo campo, Pablos rescató en esta producción la animación tradicional hecha a mano, dotándola de un nuevo aspecto gracias a una técnica de iluminación que da a las imágenes 2D aspecto tridimensional.
«Recibir este premio ha sido muy inesperado porque provengo del lado artístico. Una de las limitaciones que tiene históricamente la animación tradicional, la dibujada a mano, es que no se podía iluminar porque eran dibujos planos. Lo que buscábamos era una manera de aplicar la luz, que es fundamental en el cine, a la animación tradicional, y como efecto secundario que las dos dimensiones parezcan tres. El objetivo era superar un obstáculo técnico y abrir las oportunidades del medio a otras posibilidades», explica.
Convencido de que «el modo más elevado del dibujo es la animación porque puedes dar vida a tus dibujos», Pablos se convirtió en animador y trabajó en clásicos de Disney como El jorobado de Notre Dame, Hércules y Tarzán, y en la exitosa franquicia Mi villano favorito. Regresó a España y creó SPA Studios, donde se bautizó como director con Klaus, «el resultado de muchos años de intentar y fracasar. Fue una prueba de fuego demostrar que podemos hacer cine de calidad de animación en Europa. Ahora, vamos a dar forma y poner en pantalla todas esas ideas por las que hemos peleado durante años, y seguir empujando el límite de lo que pensamos que es posible hacer en la animación porque nos gusta el reto de lo imposible», relata.
El madrileño resalta el auge de la animación, un campo en el que hay mucho talento en nuestro país y también que «nunca hemos tenido tantas empresas punteras como ahora» en el sector. Sergio Pablos recogerá el Premio Segundo de Chomón el próximo 7 de julio, en la sede de la Academia.
Segundo de Chomón
En ediciones anteriores, este trofeo a las aportaciones técnicas ha recaído en los hermanos Alfredo y Andrés Vallés, Juan Mariné, Emilio Ruíz del Río, la familia Valero, Luis Castro, Julián Martín, Josep A. Esteve Torres, Santiago Gordo, Ricardo Navarrete, la empresa madrileña Next Limit Technologies, la veterana peluquera Antoñita, viuda de Ruíz, el Archivo Val del Omar, la compañía de postproducción SGO, Juan José Mendy Igoa, José María Queraltó, Solid Angle, compañía desarrolladora de Arnold, tecnología de síntesis de imagen fotorrealista, y Alfredo Díaz, ‘Fredy’.
Segundo de Chomón (Teruel, 1871–París, 1929) fue uno de los grandes pioneros del cine fantástico y de animación. Sus numerosos trucajes e ilusiones ópticas aparecieron en superproducciones europeas y exploró las posibilidades del stop motion. Dirigió cortos y trabajó para la que fue la productora más importante del mundo a principios de siglo: La Phaté Fréres. El genio turolense estuvo durante mucho tiempo a la sombra de Méliès, a cuyas órdenes coloreó las películas a mano, fotograma a fotograma.
