Sitges 2021: remando al viento

Por Àngel Sala · 7 octubre, 2021

El director del Festival de Sitges desgrana la presencia española en la edición del certamen que hoy arranca

El Sitges-Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña se presenta en la edición de 2021 como todo un test para comprobar el estado del cine de género en España, y poder determinar si la producción genérica en el país sigue las coordenadas de crecimiento e influencia al igual que está ocurriendo en otras cinematografías, donde lo fantástico toma protagonismo como motor de recuperación del público, además de ejercer un liderazgo en temas, propuestas y estilos cinematográficos. Y hay que decir que la cosecha recogida en el fantástico español resulta este año de un gran nivel, tanto en los nombres que aparecen vinculados al género como en el descubrimiento de nuevos talentos y formas de presentar ese mismo cine de género. Un panorama imaginario que surge remando al viento no solo pandémico, sino de transformación necesaria de nuestro ecosistema audiovisual.

Sitges presentará el estreno mundial de Veneciafrenia, nueva película de Álex de la Iglesia, sin duda el gran autor de nuestro cine de género y con una proyección internacional cada vez más consolidada. Coincide la presentación en Sitges de Veneciafrenia con una completa retrospectiva ilustrada con una espectacular exposición sobre el autor, además de constituir esta nueva producción la primera entrega del proyecto The Fear Collection, que proveerá de género de terror a nuestro cine en los próximos años. Veneciafrenia es un cambio de rumbo en la filmografía de Álex de la Iglesia, abandonando su habitual costumbrismo español para sumergirse en un homenaje al giallo en una ciudad dada al tenebrismo, el misterio y el crimen en un ambiente carnavalesco.

Junto a un nombre tan consolidado como el de Álex de la Iglesia, Sitges presentarán en la Sección Oficial los estrenos mundiales de óperas primas de realizadores que, seguro, darán que hablar de inmediato en el panorama del cine fantástico español. David Casademunt, cantera genuina de ESCAC, presentará su atmosférica y sugerente El páramo, una historia de aislamiento físico y emocional con criatura aterradora invitada, que protagonizan de manera brillante Inma Cuesta y Roberto Álamo. Un registro menos habitual en el cine español como es la ciencia ficción es el que ha elegido Alberto Evangelio en Visitante, laberinto de grandes dimensiones desde el conflicto cotidiano y reconocible. También como première mundial se presenta en Sitges Y todos arderán, de David Hebredo, cine de horror costumbrista y coral que no disimula la influencia del cine de De la Iglesia para explorar vías no muy habituales en nuestro cine. Una línea que también siguen La pasajera, otra ópera prima en primicia internacional, está vez a cargo de Raúl Cerezo y Fernando González Gómez –road movie de horror y ciencia ficción a ritmo de pasodoble–, o Jacinto, de Javi Camino, costumbrismo tenebroso procedente de Galicia y con un peculiar y perturbador humor negro entre horrores varios.

Mención especial en la Sección Oficial en competición hay que hacer de Tres, de Juanjo Giménez, realizador que tras sorprender a propios y extraños con su cortometraje Timecode en 2016, imponiéndose en el Festival de Cannes y siendo nominado a los Oscar, presenta una atípica historia de ciencia ficción íntima en la que una diseñadora de sonido (espléndida Marta Nieto) se desincroniza en la vida real. Una apuesta diferente y arriesgada en el cine español, que desemboca en una obra que invoca un cine telúrico urbano y en línea con las nuevas ansiedades del individuo, en un mundo donde la realidad se diluye de manera inevitable.  Y en este potente paseo por el cine fantástico español que veremos en Sitges no podría faltar, tras su paso por el Festival de San Sebastián, la nueva película de Paco Plaza, La abuela, un experimento en el terror interno desde el propio reverso de Verónica, la anterior incursión del realizador en el terror; es decir, dejando a un lado los horrores de la adolescencia para jugar con la vejez y la decadencia física como elemento de género.

Pero Sitges apuesta también por el territorio del audiovisual en un sentido amplio, abarcando el fértil campo de la ficción serializada, este año con la presentación mundial de las nuevas Historias para no dormir, una especie de nueva versión de las míticas historias de horror  de Narciso Ibáñez Serrador, apadrinadas por Alejandro Ibáñez, RTVE y Amazon, con un espectacular plantel artístico al frente que incluye directores de la talla del citado Paco Plaza, Rodrigo Sorogoyen, Rodrigo Cortés y Paula Ortiz –la realizadora de la recordada La novia, que vuelve al imaginario en esta apuesta por descubrir a las nuevas generaciones un clásico de nuestro género fantástico–.

Y es esa incorporación de Paula Ortiz una estupenda noticia en el sentido de la aportación de la mirada femenina al género en España, algo que sigue siendo una asignatura pendiente a pesar de vivir un espectacular auge en el panorama internacional, como demostrará el Festival con estupendas producciones de género dirigidas por mujeres, desde ya la inauguración del certamen con Mona Lisa and the Blood Moon, de Ana Lily Amirpour o la presencia de títulos como Titane, de Julia Ducournau (Palma de Oro en Cannes), Earwig, de Lucile Hadzihalilovic (Premio Especial del Jurado en el Festival de San Sebastián), She Will, de Charlotte Colbert, Censor, de Prano Bailey-Bond, Medusa, de Anira Rocha de Silveira o The Blazing World, de Carlson Young, entre muchas otras.

Por ello Sitges potencia este año a la mujer realizadora con el programa Woman in Fan, que quiere servir de instrumento para fomentar el talento femenino en nuestro cine, alentar la vocación de las nuevas realizadoras españolas y que pronto podamos hablar de una generación de talento femenino dedicado al fantástico, que esté presente en próximas ediciones de Sitges, como ya han estado otros grandes nombres femeninos en diferentes oficios del cine español.

Y en relación con todo ello, el Festival otorgará en su jornada inaugural uno de sus galardones honoríficos a Belén Rueda, actriz fundamental para el cine español, y muy especialmente para el género fantástico, presente en tres aperturas de Sitges con El orfanato, de J.A. Bayona, Los ojos de Julia, de Guillem Morales o El cuerpo, de Oriol Paulo. Belén Rueda ha aportado el rostro, la serenidad y el talento a un cine español de género que encontró en su amplio registro un lienzo para lanzar nuevas miradas sobre el terror, el misterio o el thriller, y su presencia y reconocimiento es una llamada del festival para hacer de nuestro cine fantástico un instrumento no solo consolidado en lo artístico e industrial, sino diverso y con protagonismo de la mujer en todos los oficios que propone.

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