Aitana Sánchez-Gijón y Milena Smit, las actrices ‘revelación’ de Madres paralelas

Por Chusa L. Monjas · 8 octubre, 2021

Son madre e hija en su debut con Pedro Almodóvar

Son madre e hija en la película en la que se han conocido. Aitana Sánchez-Gijón, con más de tres décadas de oficio, en el que sigue trabajando y formándose con el mismo empeño que cuando empezó; y Milena Smit, en pleno crecimiento con solo dos papeles, están exultantes ante el estreno este viernes de Madres paralelas, cinta que hoy clausura el Festival de Nueva York. Por primera vez, las dos intérpretes  se ponen a las órdenes de Pedro Almodóvar en un relato que incluye solidaridad entre mujeres y memoria, y en el que acompañan a la actriz fetiche del cineasta manchego, Penélope Cruz, con la que Sánchez-Gijón compartió pantalla en El laberinto griego y Volavérunt.

“Ha sido un encuentro gozoso. Penélope y yo fuimos muy amigas en una época. Luego, la vida te lleva por otros caminos y te pierdes un poco la pista, pero el cariño permanece. Esta película ha sido una oportunidad para recordar nuestras historias del pasado y darnos cuenta de lo importante que es esa complicidad que ya existía”, comenta Aitana Sánchez-Gijón, que lleva dos películas en un mismo año –Madres paralelas y La jefa–. “Vamos a ver qué pasa en el futuro. Como buena cómica teatrera que soy, carretera y manta”.

Nominada al Goya por su estreno cinematográfico, No matarás, Milena Smit va encadenando proyectos: Madres paralelas, Tin & Tina, Libélulas y la serie Alma. “Necesito asimilar todo lo que me ha pasado este año, poner los pies en la tierra”, declara la intérprete ilicitana, que no se deja llevar por los calificativos de ‘joven promesa’, ‘descubrimiento’ o ‘actriz emergente’, porque “pueden sacarte un poco de la realidad. Estoy orgullosa del trabajo que estoy haciendo y si también le gusta a los demás, pues es maravilloso “, subraya.

¿Cómo fue su primera vez con Pedro Almodóvar?

Aitana Sánchez-Gijón: Fabulosa. La trayectoria que tengo y los años de carrera que llevo hacen que afrontes una primera vez tan importante con otro talante y una tranquilidad que, creo, no hubiera tenido si me llega a pillar más jovencita.

Trabajar con Pedro es un proceso tan orgánico, en el que también participas, porque antes de rodar ensayas en los lugares en los que vas a rodar, lo que es un privilegio; vas a su casa y haces lecturas. Es tal el mimo, la energía y el tiempo que le dedica a este proceso… Es ver a un creador arropado por un equipo que está al servicio de su creatividad. Pedro tiene todas las herramientas para conseguirlo y él también es muy inspirador para todos los miembros del equipo.

Luego, cuando empiezas a rodar, es muy sencillo y muy preciso.

Milena Smit: Todo el proyecto con Pedro ha sido impresionante, brillante, inspirador y muy emocionante. Yo no tengo mucha técnica, mi formación está siendo trabajar. Pedro sobre todo me ha enseñado a empatizar con las historias que contamos, a trabajar desde la verdad, desde el instinto, desde lo que te remueve.

A más de uno le sorprendió que en el currículo de Aitana Sánchez-Gijón no figurara una película con Pedro Almodóvar.

AS-G: Esto no es matemático. No porque tengas una carrera determinada tienes que trabajar sí o sí con ciertos directores. Medio mundo quiere trabajar con Pedro Almodóvar. y a mí no me ha tocado hasta ahora. Me hubiera encantado también haber tenido esta experiencia en otro momento, pero me ha tocado ahora y estoy feliz.

Teresa (Sánchez-Gijón) y Ana (Smit) son dos madres muy diferentes.

AS-G: La mirada de Pedro es fundamental ante estas madres imperfectas, sobre todo ante Teresa, que es quizás la más cuestionable de todas. Pedro tiene mucha piedad por sus criaturas, empatiza, no juzga.

Estamos hartos de ver mujeres que han tenido que cumplir ese patrón de ‘estudio, pero en cuanto tenga novio y me case, me dedico a la casa y a los hijos’. Teresa se ve atrapada en esa dinámica, reacciona y cuando se da cuenta de que eso no es lo quería, hace como la Nora de Ibsen [la protagonista de Casa de muñecas]. No es que ella decidiera dejar a su hija de lado, pero también las circunstancia le impiden ejercer una maternidad compatible con su elección profesional. Es una mujer con sus demonios, sus contradicciones y con un grado de culpabilidad también muy alto, pero que ha seguido su vocación por encima de todo. Esto nunca se les ha cuestionado a los hombres, por eso cuando ves a una mujer en esta tesitura te choca.

MS: Ana ha sido la parte más pura, más luminosa e inocente que he podido sacar de mí. Volver a conectarme con una emoción tan limpia ha sido muy inspirador. Han sido muchos meses trabajando el personaje; nos centramos sobre todo en lo joven que es, en su verdad y su ilusión. Yo acabo de cumplir 25 años, Ana tiene 17, y tener que rebuscar en esas sensaciones de adolescente cuando el mundo es tan grande y vives de forma tan intensa lo que te pasa… Al tener una situación tan traumática, fue complicado de construir, pero muy gratificante. Es un privilegio que te toque un personaje como Ana, y más si vas de la mano de Pedro.

Personajes imperfectos

¿Son sus personajes un legado de otras madres almodovarianas?

AS-G: Todas las mujeres que desarrollamos una profesión y tenemos hijos tenemos grandes dosis de culpabilidad en algún momento, porque lo tenemos grabado a fuego. Viene de tan atrás que, por muchas conquistas que hagamos, esto todavía está sin resolver.

Personalmente mis hijos son lo más importante de mi vida, sí, pero si yo no hubiera podido desarrollar mi vocación creo que habría sido una persona muy triste. Es tan importante una cosa como la otra, y en ese sentido entiendo mucho a Teresa.

MS: Ana es un personaje bastante diferente y peculiar. Creo que Madres paralelas cuenta cosas y ofrece un tipo de personajes muy diferentes de los que estamos acostumbrados a ver. Son, sobre todo, personajes más imperfectos en una trama muy agridulce que para mí es un acto de amor constante.

Teresa, que es actriz, pone una nota de humor cuando confiesa a Janis (Cruz) que es “apolítica” porque su trabajo “es gustarle a todo el mundo”. ¿Hace suya esta frase?

AS-G: La mayoría de los que nos dedicamos a esto lo hacemos porque queremos que nos quieran. Al principio claro que quieres gustar a todos, y cuando te das cuenta de que no todo el mundo te quiere, te duele y peleas porque no sea así, pero hay un momento en el que hay que dejar de pelear y aceptarlo. A mí tampoco me gusta todo el mundo.

Interpretar a una actriz que interpreta a Lorca –un fragmento de Doña Rosita la soltera– en un escenario bajo la dirección de Pedro Almodóvar es…

AS-G: …un regalo. El monólogo final de Doña Rosita…, que emocionalmente me resulta muy cercano, enlaza con el tema de la memoria histórica que aborda la película. Lorca es nuestro desaparecido más ilustre y sigue perdido en las cunetas.

La joven Ana acaba entendiendo lo que representa que los familiares de las víctimas de la guerra no hayan podido dar sepultura a sus muertos.

MS: Yo también lo he descubierto gracias a la película, que destaca la desinformación y desconocimiento, y más en nuestra generación, que hay sobre esta injusticia.

Madres paralelas es una película muy necesaria para que los jóvenes tengan la oportunidad de conocer esta situación que tanto nos ha marcado y ante la que tenemos que recapacitar como sociedad.

En construcción y como Penélope Cruz

Penélope Cruz, Aitana Sánchez-Gijón, Rossy de Palma y Julieta Serrano. No se puede estar en mejor compañía.

MS: Conectamos desde el primer momento. Hemos tenido momentos divertidos y he aprendido mucho de ellas. Para mí son un referente, y lo mejor ha sido ver lo humanas y maravillas que son.

Con Penélope he tenido más trama. Ha sido precioso los vínculos que íbamos haciendo. En el set nos llamaban Pili y Mili.

Las películas de Almodóvar viajan por todo el mundo, a sus intérpretes se les abren las puertas del cine internacional.

AS-G: Me encantaría volver a trabajar fuera. Llevo varios años muy centrada en el teatro, pero si surge algo, hago la maleta y me voy.

MS: Vivo el presente. Si aparece un proyecto que me inspire como los que he estado haciendo hasta ahora, pues lo pensaría.

¿Se ha convertido en la actriz que le gustaría ser?

AS-G: Eso no sé si lo voy a conseguir alguna vez. Es difícil que esté completamente satisfecha, pero tengo la suerte de seguir caminando y de crecer con cada cosa que hago. Estoy en construcción, creo que todos lo estamos.

 ¿En que actriz le gustaría convertirse?

MS: En una actriz que disfrutara con lo que hace, que siempre fuera a trabajar con el corazón en la mano y que no olvide lo importante que es la familia, los amigos, la gente que está alrededor. Una persona honesta con lo que hace dentro y fuera del set.

Por lo que he podido ver, Penélope es así, una actriz apasionada de su oficio y entregada a sus hijos, a su círculo más íntimo, y que no descuida sus relaciones afectivas.

twitter facebook linkedin email