Bull Run es el título del segundo largometraje de la cineasta Ana Ramón Rubio. En esta ocasión, la directora se adentra en el inhóspito mundo de las criptomonedas para analizar si verdaderamente serán la revolución que cambiará el sistema financiero para siempre, y lo hace a partir de su cómica experiencia personal; la de una cineasta que se engancha a lo más opuesto que puede haber al arte: el trading de criptomonedas.
Además de introducir el ecosistema cripto al espectador, Bull Run habla de los ciclos de mercado, de la especulación a través de memecoins como Dogecoin o Shiba y de las implicaciones sociológicas de la adopción de esta nueva tecnología, con las consecuencias -positivas y negativas- que todo ello ha acarreado no solo en la vida de la protagonista, sino en la de todos los personajes secundarios que forman parte de la historia.
Ana Ramón Rubio recibió el premio CIMA -PNR a mejor Directora de largometraje en 2019 y al Mejor Documental en el Arizona International Film Festival por ‘Almost Ghosts’, su visión intimista sobre los pueblos fantasma de la Ruta 66 y con su serie ‘Todos queríamos matar al presidente’ (Amazon Prime) recibió 3 nominaciones a los premios de la Academia de TV Web de Estados Unidos.
Con Bull Run, por primera vez, se coloca delante de la cámara, convirtiéndose en el sujeto del estudio de su obra.
En palabras de Ana Ramón Rubio: “Fue un poco como Alicia entrando en la madriguera. Cuando se decretó la cuarentena, comencé a invertir en criptomonedas por una cuestión de inercia, porque otros amigos lo estaban haciendo, pero comencé a descubrir el increíble universo que se estaba creando alrededor del ecosistema cripto y a obsesionarme con él”.