El acontecimiento, frente a la vergüenza del aborto

Fotografías de Madalina Avram · 10 marzo, 2022

La cineasta francesa Audrey Diwan acude a la Academia para presentar El acontecimiento, León de Oro a la Mejor Película y premio FIPRESCI en el Festival de Venecia

Clandestinos, peligrosos, delictivos. El derecho de la mujer al aborto no ha sido garantizado en los países de nuestro entorno hasta hace pocas décadas, y en buena parte del mundo muchas mujeres siguen poniendo en riesgo su vida y su libertad. La Francia de comienzos de los 60 no era una excepción, y es el escenario de El acontecimiento, León de Oro a la Mejor Película y premio FIPRESCI en el Festival de Venecia, que presentaron ayer en la Academia su protagonista Anamaria Vartolomei y su directora Audrey Diwan, que además compartió charla posterior al pase con la periodista Begoña Piña.

La cinta, adaptación de la novela autobiográfica de Annie Ernaux del año 2000, se propone, en palabras de la cineasta, “encontrarse con la realidad a través de un instante”. Diwan había abortado unos años antes de leer el libro, y comparaba las dos experiencias. “En el aborto clandestino hay una parte importante de azar, nadie puede garantizar que salga bien. Cuando entras en esa habitación no sabes si vas a acabar en el hospital, si vas a morir. Tampoco si te van a denunciar”.

Lo más complejo, confesó, fue la documentación: “no hay mucha información que nos ayudara a recrear un aborto clandestino, porque es un tabú muy férreo. Pero precisamente esa dificultad nos daba fuerzas a hacer la película, a dejar constancia de las condiciones en las que abortaban las mujeres de esos años. La sonda que se usa en el proceso fue muy complicada de encontrar, tuvimos que recorrer facultad tras facultad de medicina, porque es algo que ya no se usa y sobre lo que no hay demasiadas referencias”.

La protagonista de la historia, Anne, es una brillante universitaria de origen proletario. Obligada a llevar su embarazo en secreto, el silencio es una parte importante de la película. “El secreto es una parte fundamental”, explicó Diwan, “y para trabajarlo pensamos cómo hacer que los silencios signifiquen. Con Anamaria desarrollamos un discurso interno, lleno de ideas obsesivas, para que su cuerpo comunicare mientras no hablaba. Para que sus silencios transmitieran información”.

Romper el tabú

Para Audrey Diwan, fue sorprenderte comprobar cómo tres generaciones de mujeres –Ernaux tiene 81 años, ella 41 y la actriz protagonista 22– se enfrentan al aborto. “No hay tantas diferencias”, detalló, “en todas pesa la vergüenza. Incluso yo, que estuve tres años trabajando en esta historia, tuve mis dudas”. Cuando cogió el avión para ir al Festival de Venecia, se cuestionó “¿voy a decir que he abortado? Después de años trabajando contra el silencio, no sabía si yo misma iba a ser capaz de romperlo, descubrí la vergüenza que una lleva dentro”. Pero desde la primera pregunta en la rueda de prensa del certamen, confesó su historia.

El deseo de Diwan es claro. “Mientras rodábamos, me preguntaba a quién iba dirigida la película. Hoy sé cómo es la reacción del público, el poder de esta historia para iniciar conversaciones”. Le gusta que “muchos hombres se me acercan después de verla para decirme que no tenían ni idea de todo esto”. Por eso quiere que “esta película abra debate, incluso con quienes están en contra del aborto”.

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