Durante los años setenta en España se se produjeron toda una serie de cambios políticos, económicos, sociales y culturales y se creó el marco perfecto para que la idea de tercera vía fuese una de las opciones más demandadas por la población, ya que para muchos suponía la elección más cómoda, o peor lo menos la que inspiraba mayor tranquilidad, sobre todo teniendo en cuenta los que no tan lejanos antecedentes con los que contaba la historia del país. Tras el fin de una largar dictadura, tanto los años que precedieron a la muerte de Franco como los inmediatamente posteriores, se caracterizaron por el ¿y ahora qué? de una sociedad esperanzada, pero al mismo tiempo temerosa de su futuro más inmediato. Una situación asfixiante que dio lugar a soluciones neutras. En el ámbito cinematográfico, José Luis Dibildos vio en esta opción la alternativa más adecuada para lleva a cabo toda una serie de productos acordes a las demandas de la población española. Apostó por comedias a medio camino entre el cine comercial y el cine de autor que incluyeran una leve perspectiva crítica.