“Sin el cine español no hubiera sido posible lo que hemos hecho en estos 19 años. El acompañamiento del cine español ha hecho posible un cine propiamente saharaui”, declaró emocionada María Carrión, directora ejecutiva del Festival Internacional de Cine FiSahara cuando recogió el Premio González Sinde 2022.
La Academia de Cine entregó el jueves este reconocimiento al FiSahara, que se celebra en un campo de refugiados en el desierto argelino, y a su escuela de formación audiovisual Abidin Kaid Saleh, “donde desde hace 11 años se forman cineastas que dan visibilidad al pueblo saharaui contando sus historias, su cultura y su causa”, manifestó el presidente de la institución, Fernando Méndez-Leite, que elogió la labor de María Carrión y de Tiba Chagaf, director del certamen y de la escuela audiovisual que nació al calor “de este reivindicativo, comprometido y solidario festival”, por hacer realidad “este sueño que cambia las prioridades vitales de los que lo viven”, subrayó Méndez-Leite.
En un emotivo y entrañable acto se concedió este galardón destinado a homenajear la labor de aquellas instituciones que, valiéndose del medio cinematográfico, lo emplean para la consecución de fines sociales. “Hace algunos años, me dediqué a reunir bicicletas porque allí eran fundamentales. Este es el momento en que puedo resarcirme de aquellas bicicletas que nunca pude entregar”, declaró José María González-Sinde cuando ofreció el premio que toma el nombre de su padre, que fue el primer presidente de la Academia, a Chagaf y Carrión.
Tras dar las gracias “a todos los que tuvieron que ver con esta locura que empezó hace casi veinte años”, Chagaf elogió la labor del cine español. “Los que hacen papeles ficticios se mojan más que los que hacen papeles reales. El cine es una herramienta fundamental para contar las historias de los pueblos. Este premio nos reafirma en que el pueblo saharaui está en lo correcto. Las luchas que se pierden son las que se abandonan, y nosotros nunca abandonaremos”, recalcó el máximo responsable de FiSahara y de su escuela audiovisual.
Ante la imposibilidad de nombrar a todos los implicados “en esta locura que nació hace 19 años y que sigue muy viva. Este festival sobrevive muy bien acompañado y camina hacia la libertad”, Carrión citó a Pepe Taboada, Javier Corcuera y Ahmed Mohamed Fadel ‘El Rubio’ -fundadores de FiSahara- y a Roberto Lázaro –el primer director de la escuela–, que acudieron al homenaje, en el que también participaron la actriz Melani Olivares y el director y guionista Álvaro Longoria.
El cine, su vehículo
Olivares, que participó en FiSahara 2013, indicó que ahora, “el pueblo saharaui dispone del talento y las herramientas necesarias para contar su propia historia a través del cine, ese arte que tanto amamos y que desde la creación de la escuela audiovisual del festiva forma parte del presente y el patrimonio cultural de nuestro hermano el pueblo saharaui”.
En la misma línea se pronunció Álvaro Longoria –su documental Hijos de las nubes, la última colonia ganó la camella blanca, símbolo de paz para el pueblo saharaui–, reiteró que el cine, un instrumento que tiene mucho poder y ese poder viene con una responsabilidad de hacer un mundo mejor, es una herramienta que los saharauis pueden usar para expresarse”.
Arropados por parte de su equipo, familiares y amigos –el dúo Amaral, Eva Amaral y Juan Aguirre, y el compositor y miembro de Vetusta Morla, Guille Galván, entre otros–, Tiba Chagaf y María Carrión también escucharon los videos de felicitación de Carlos Bardem, Juan Diego Botto, Pepe Viyuela, Malena Alterio e Itziar Ituño, intérpretes que han visitado el campamento en el que se celebra esta iniciativa entre el Ministerio de Cultura Saharaui, la ONG NomadsHRC y otras organizaciones internacionales.