“Hacer cine es una forma de vivir. Mi vida y el cine van de la mano”, manifestó una emocionada Carla Simón minutos después de recoger este sábado el Premio Nacional de Cinematografía en el marco del Festival de San Sebastián. Una edición más, este galardón del Ministerio de Cultura, dotado con 30.000 euros, se escribe con nombre de mujer, el de la directora y guionista catalana que con solo dos películas en su haber, Verano, 1993 y Alcarràs, “ha marcado la historia del cine reciente en nuestro país”, resaltó el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta.
Emocionada por la gran ovación que recibió y por todos los halagos que escuchó de sus amigas, las cineastas Meritxell Colell y Elena López Riera, y del titular de Cultura, Simón recordó a sus amigos, a su equipo y a su familia, a la que agradeció que le dejara “contar su historia y dedicarse a hacer películas”, oficio sobre el que se cuestionó si es o no un acto egoísta. “Es un acto de comunicación con el otro. Compartimos nuestra visión con el mundo para hacerlo un lugar un poco más humano, comprensible y empático”.
La autora de Verano 1993 –conquistó tres Premios Goya , el de Mejor Dirección Novel, Mejor Actriz Revelación y Mejor Interpretación Masculina de Reparto– y Alcarrás –Oso de Oro de la Berlinale a Mejor Película, distinción que le situó como la primera mujer española en ganar en el certamen alemán– indicó que el Premio Nacional de Cine le llega “en tiempos de cambio”, y, sin olvidar a todas las cineastas que “han abierto camino” –citó, entre otras, a Agnès Varda, Isabel Coixet, Josefina Molina, Pilar Miró e Iciar Bollain–, celebró que ”por fin, hay más mujeres haciendo cine”.
Nombre clave de una generación de cineastas que está haciendo cosas distintas y con un cine que viaja, Simón terminó su discurso deseando “larga vida al cine independiente, un cine al que hay que seguir protegiendo y que necesita de tiempo, mimo, pensamiento y rigor”, apostilló Simón, que completará su trilogía familiar con Romería, historia que filmará en Galicia, y que tiene en proyecto un musical de flamenco, género del que está “enamorada”.
Una manera de entender el cine
Estratosférica, generosa, magnética, tozuda, loca, inspiradora, incansable, constante, arriesgada, sencilla, leal, madraza, amiga, compañera… La lista de los adjetivos que dedicaron a la premiada sus buenas amigas Meritxell Colell y Elena López Riera fue muy larga. “Este es el reconocimiento de una cineasta extraordinaria, y también al de una generación, una comunidad y una forma de entender el cine”, apuntó López Riera.
“Nos faltaba la potencia que está adquiriendo hoy la mirada de las mujeres. El cine se está enriqueciendo de una aportación que quizás ha tardado demasiado. Ha tenido que vencer muchos obstáculos para ser valorada en su justa medida”, indicó el ministro de Cultura y Deporte, que entregó a Carla Simón este galardón en un emotivo acto al que no faltó la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño; el presidente de la Academia de Cine, Fernando Méndez-Leite; el director del Zinemaldia, José Luis Rebordinos; la presidenta de la Academia de Cine Catalana, Judith Colell; la presidenta de CIMA, Cristina Andreu; la presidenta de AECINE, María Luisa Gutiérrez; el director de la Seminci, José Luis Cienfuegos; y los productores María Zamora, Esther García, Enrique Costa y Antonio Saura, entre otros.
