Recién llegado de su tierra, Tenerife, previa parada en Nueva York y Londres, Juan Carlos Fresnadillo regresa a España para presentar su nueva película: Damsel. Un trabajo que se estrena este viernes en Netflix y con el que el director canario, afincado en Estados Unidos, revisiona las narrativas tradicionales sobre los cuentos de princesas de la mano de Millie Bobby Brown y Robin Wright, que se convierten en princesa guerrera y villana respectivamente en este largometraje.
Regresa al largometraje con una historia de fantasía, ¿cómo llega a usted Damsel?
Desde que leí el guion sentí una conexión inmediata con la historia, por la fascinación que sentí de niño y todo el tiempo que pasé leyendo cuentos de fantasía. Había algo pendiente en mi con ese universo y vi que aportaba una nueva visión del género y de los estereotipos. Para mí fue una ocasión de oro y, además, contando una historia necesaria que conecta con las nuevas generaciones y con un mundo más actual. Llevamos cinco años con este proyecto.
¿Cómo trabajó en esa revisión de los cuentos de princesas?
Mi premisa es que todo estuviera cuidado, pero también me parecía muy interesante que hubiera cercanía con el público y, en ese sentido, hay muchas licencias creativas para hacer de este universo, un universo más real, más actual. No sólo desde la dramaturgia, sino desde lo estético. Se trabajó siempre desde la idea de que tenía que tener una pátina de contemporaneidad, todo se hizo con la idea de refrescar el género.
Una protagonista femenina que se salva a sí misma, no estamos acostumbrados a ver estas historias de princesas… ¿cree que Damsel ayudará a cambiar estas narrativas?
Sería maravilloso que aportase una nueva idea, influenciase e inspirase. Como director me sentiría muy honrado. Pero, de momento, veremos que ocurre con el público y si les sorprende como me sorprendió a mí esta historia que tiene un espíritu rebelde y moderno. Además, creo que hay algo profundamente honesto en la historia de esta mujer, que tiene que salvarse ella sola, rompiendo con el romanticismo tradicional. Creo que es una historia que te invita a creer en ti mismo y en tu fuerza interior.
Para ello se nutre de un reparto de excepción, liderado por Millie Bobby Brown y Robin Wright.
Millie, con 20 años, ha demostrado tener una gran madurez interpretativa, hay una gran parte de la historia que la transita ella sola. Es magnética. Sentí que como ella y su cuerpo no iba a haber una forma mejor de narrar la acción, fue un rodaje muy intenso. Ha sido muy valiente haciendo de protagonista absoluta. Y Robin ha sido un regalo que hiciera este papel porque es una delicia. Ha sido toda una declaración de intenciones elegir a la princesa prometida y convertirla en villana.
Ahora explora los cuentos de fantasía, ¿con qué aspira a sorprendernos?
Me queda mucho por hacer, muchísimo. Yo me dedico al cine porque fui fan de las películas de Hitchcock y nunca hice un thriller romántico. Estoy dando vueltas a esa idea, algo que no ha estado presente en mi carrera y que me encantaría como homenaje a lo que me movió para dedicarme a esto.
No sólo ha trabajado en un nuevo género, sino que por primera vez estrena íntegramente en una plataforma, ¿cómo vive ese cambio?
Lo vivo con optimismo y con nostalgia. Hay optimismo porque se va a poder en millones de hogares en todo el mundo y es un lujo poder compartirlo de forma masiva. Pero, tengo nostalgia de que se pierda un poco el gusto de ir a las salas. Es una nueva forma de consumir cultura, la respeto, me sumo a ella y estoy encantado.
Y, ¿cuándo volverá a rodar en España?
Espero poder rodar aquí muy pronto. Después de este largo periplo americano, siento mucha morriña.
