Kike Maíllo: “Tenía ganas de dar salida a una parte de mí que es más colorista, vitalista y festivalera”

Por Víctor Amor · Fotografías de © Lolo Vasco y © Paduano · 17 mayo, 2024

Es escuchar el nombre de Locomía e inmediatamente un ritmo se apodera de nuestra sustancia gris. La música ochentera de esta boyband forma parte de la banda sonora de muchos, y desde hoy de muchas salas de cine de nuestro país. Kike Maíllo regresa de la mano de una de las historias más interesantes del pop en español y explorando un nuevo género, la comedia. En Disco, Ibiza, Locomía el cineasta catalán reflexiona sobre el éxito, las familias elegidas y la diversidad de la mano de un elenco liderado por Jaime Lorente y Blanca Suárez que aspiran enamorar a coetáneos de la banda y a los más jóvenes.

¿Qué se despertó dentro de Kike Maíllo para sumergirse en el universo Locomía?

No era fan especialmente, pero Marta Libertad -coguionista- y yo leímos sobre la historia y la intrahistoria de esta lucha de egos, dentro del fenómeno Locomía. Nos entrevistamos con varios de ellos, y fue entonces cuando vimos que ahí había algo que explicar, como un reflejo de cosas que nos han pasado y que nos pueden resultar más cercanas, y que tienen que ver con la ambición, el éxito y su búsqueda a todo trapo. Este fue nuestro caldo de cultivo inicial, luego ya nos enamoramos de la historia.

¿Estuvieron muy presentes los protagonistas reales de la historia?

Para nosotros fue muy importante conocer la historia de base, pero hubo un momento en el que estábamos en la onda de crear una comedia en la que la realidad fuera lo más moldeable posible para generar lo que creíamos que tenía que ser esta película. Ahí necesitamos ya un cortafuegos, que fue nuestra productora Nadie es perfecto para poder actuar con más libertad y que no entrasen en juego los pensamientos de unos y de otros.

Intuyo que el proceso precisó de mucha investigación…

Sí, hemos investigado mucho. Suelo hacer películas en las que el universo visual y la propuesta que hago son de un universo que únicamente existe en las películas y, por tanto, necesita estar muy dibujado. Nos documentamos mucho sobre cómo eran esos locales, esas coreografías, esos vestuarios. Hubo un momento en el que nosotros sentimos que había que actualizarlo, que tenía que ser un show de 2024 y, no tanto de la época de Locomía. Esto fue lo que nos obligó a actualizar esos formatos y esos diseños. Nosotros queríamos que fuera atractiva para la gente de la época, que conocían al grupo, pero también para los que llegaban nuevos a la historia.

Quizá sean las nuevas generaciones las que más desconozcan esta historia, ¿qué cree que pueden encontrar en Disco, Ibiza, Locomía?

Primero, tienen que entretenerse y conocer este pedacito de la historia de su país. Pero, para mí, lo importante es que reflexionen sobre el desarrollo personal y el éxito porque, cuando el éxito viene vacío, suelen venir los problemas.

© Paduano

La diversidad, la búsqueda de una familia elegida, están muy presentes en su película.

Sí, hablamos de una época, posterior a la transición, donde los lugares en los que uno podía expresar libremente y a quien amaba eran cotos muy cerrados y muy acotados. En ese ámbito eran esas familias elegidas donde cada uno podía ser quien era de verdad. En la actualidad también son muy importantes esos núcleos de familias de amigos.

Además, nos da la oportunidad de conocer a personajes del universo Locomía un tanto desconocidos como Lurdes -quinta integrante de la banda-.

Para nosotros ella fue una sorpresa y uno de los motores para engancharnos, conocer que había una hermana mayor que junto a Xavi Font era una de las jefas de la banda. Y luego, José Luis Gil -productor musical- te ayuda a entender lo importante que era la industria musical y saber que había una fórmula para el éxito que permitió llevar a un grupo de personas, que no habían bailado ni cantando en su vida, a vender millones de discos en América Latina.

Arriesga y cambia de registro con esta película.

Siempre he estado cerca de historia más intensas, donde había cierta oscuridad del alma. Aquí también la hay, pero quería que la película fuera amable. Suficientemente duro fue el auge y caída de un grupo musical, empañado de muchas zonas oscuras. No quería juzgar en exceso ni romper mucho a los personajes. Me pareció mucho mejor hablar de familias elegidas y paraísos perdidos. Tenía ganas de dar salida a una parte de mí que es más colorista, vitalista y festivalera.

Y se atreve también con el género musical.

Me encantan los musicales y me encanta la música de cine. Me gustan mucho las coreografías, algo que ya he desarrollado bastante en mi lado de director de videoclips y, aquí estoy, con ganas de mucho más.

¿En qué le veremos próximamente?

Transitar por la comedia me ha hecho muy feliz, me está gustando mucho ver a la gente reírse en la sala de cine y me gustaría no despegarme de eso en próximas convocatorias cinematográficas.

© Paduano

 

 

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