Isaki Lacuesta: “El cine me ha permitido vivir experiencias a las que no estaba predestinado”

Por Chusa L. Monjas · Fotografías de ©Jorge Fuembuena y ©Bteam · 21 mayo, 2024

El cineasta estrena este viernes Segundo premio, historia que fusiona realidad y fantasía y ‘que no es una película sobre Los Planetas’

Isaki Lacuesta siempre tiene ganas de probar y jugar en el cine, y, aunque no lo busca deliberadamente, tiende a no repetirse y a escribir y dirigir películas que no han existido antes. “Pero tampoco creo que la novedad sea de por sí una virtud”, advierte el doble ganador de la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián, cuya última historia, Segundo premio, bautizada con el título de una de las canciones más emblemáticas de la banda granadina Los Planetas, triunfó en el último Festival de Málaga al lograr la Biznaga de Oro a la mejor película española y los reconocimientos al mejor director y al mejor montaje. ‘Esta no es una película sobre Los Planetas, reza el subtítulo de este filme que mezcla fantasía y realidad al abordar un capítulo determinante en la vida de los entonces integrantes del grupo cuando, a finales de los 90, graban su tercer álbum: ‘Una semana en el motor de un autobús’. “Para los fans de Los Planetas está historia está llena de guiños. La guitarra y los teclados son los auténticos del grupo, reconstruímos con precisión la sala de conciertos  Planta Baja y hemos cuidado con todo detalle la ambientación. Y, al lado de todo esto, hay cosas que son inventadas. Una mezcla casi arbitraria y absurda, que para mí es un poco la definición de lo que es el cine”, confiesa el cineasta, que el 24 de mayo presenta al público esta producción protagonizada por Daniel Ibáñez, Cristalino, Stéphanie Magnin, Mafo, Chesco Ruiz y Edu Rejón.

¿Qué es lo que le invitó a hacer esta película?
Cuando Jonás Trueba -inicialmente iba a dirigir este proyecto- me contaba su película, yo le decía:’qué envidia me das, qué gustazo poder estar en Granada conviviendo con músicos’ porque la premisa de Jonás, que me parecía estupenda, era que los actores fueran músicos. También estaba la posibilidad de contar cosas que nos han ocurrido a nosotros y en las que me veía reflejado en Los Planetas o en cualquier persona que trabaja en cosas parecidas a las nuestras. Al final, con sus semejanzas  y diferencias, de algún modo acabas contando cómo trabajas tú también por estas relaciones de amor y necesidad, que a la vez son maravillosas, mágicas y difíciles.

Avisa al espectador de que esta no es una película sobre Los Planetas, que es  ficción, pero está impregnada de la música y la añoranza de los 90. Las canciones que interpreta la banda protagonista son de Los Planetas y, aunque no es la historia real de Jota, Florent, Eric, Banin…sí hay cosas de sus vidas en los personajes.
El aviso funciona un poco como lo de la pipa de Magritte. No, esto no es una pipa, pero al mismo tiempo sí, es el dibujo de una pipa. Lo que intentamos decir es que no hay una versión literal de cuál es la historia. En este sentido funciona de manera distinta a los biopics musicales que se están haciendo mayoritariamente ahora, que son monumentos hechos a mayor gloria y que son como versiones oficiales. Los problemas que suelen tener son que, como necesitas los derechos de los músicos para tener sus canciones, acaban siendo películas complacientes que forzosamente mienten.

Aquí, como dice uno de los personajes, ‘en todas las películas de rock se miente y yo os mentiré, lo que pasa es que no me acuerdo’. Cuando hablábamos con los miembros del grupo, todos nos contaban versiones distintas y cuando paseabas por Granada, el taxista, el camarero, el de la tienda…todos tenían su historia con Los Planetas y todas eran distintas. Y así hemos hecho Segundo premio porque nos parecía la forma más más sugerente y la más sincera de hacerla.

Cuenta la historia de cómo grabaron ‘Una semana en el motor de un autobús’, para muchos el álbum más importante del indie español. Un momento en el que el grupo estuvo a punto de desintegrarse, con numerosas tensiones personales, musicales y vitales -el cambio de formación en el bajo y batería, sobre todo con la marcha de May bajista fundacional de la banda, los excesos de Florent, los problemas entre la formación y su discográfica…-.Reconozca que tenía una materia prima excelente.
Como personajes y como músicos, me interesan muchísimo. Pero nuestro interés no era un biopic que empezara el día en que descubren una guitarra y terminar en el presente, sino conceptuarnos en un momento concreto que resume todo, en un momento de crisis y resurrección que es cuando graban su tercer disco, una historia intensísima y llena de elementos. Lo que tiene de peligroso es que son historias muy iniciáticas que son muy parecidas a las que ocurren en las bandas de rock, y al final están muy cerca del cliché. El riesgo era cómo poder aprovecharnos de esa intensidad de los hechos, pero intentar no repetir los clichés y, en el caso de repetirlos, contarlos de otro modo.

Hay situaciones en las que me veía muy reflejado. Por ejemplo, en la conversación que tienen con su casa discográfica he utilizado frases literales de conversaciones nuestras con las plataformas. Un día, Pol Rodríguez -codirector- me comentó que nosotros éramos como el  guitarrista y el cantante.  Se dan situaciones recurrentes en la música, en el cine y en cualquier trabajo que hagas en equipo y que tenga un componente creativo.

Esta vez no ha contado con sus dos colaboradores habituales, Isa Campo y Fran Araújo, en el guion, que ha coescrito con Fernando Navarro.
Fernando es de Granada y trabajaba en los bares en los que estaban Los Planetas, conocía muy bien el ambiente musical de esos años. Hace tiempo, junto con Jota y otras personas, empiezan a fantasear con la idea de hacer una película a partir de ‘Una semana en el motor de un autobús’ y escribe el guion con Jonás [Trueba]. Cuando éste abandona el proyecto, me pasa en el guion que tiene toda la energía de Jonás y que yo no voy a imitar. Entonces, Fernando y yo empezamos a escribir un nuevo libreto en el que, además de todo su conocimiento de la historia y de Granada, Fernando aporta su capacidad para cine fantástico, que a mí me interesaba mucho porque es algo que no había podido desarrollar de esta manera tan literal en otras películas.

Tras sobrevivir a entradas y salidas en la formación, a cambios de estilo, a proyectos paralelos individuales, ¿qué es lo que ha mantenido unido a Los Planetas?
La constatación de que juntos consiguen cosas. Jota y Florent hacen cosas maravillosas por separado, pero cuando se juntan hay una alquimia especial que hace que sean Los Planetas.

Un sueño diferente

Parece que estaba predestinado a firmar Segundo premio porque uno de los discos de Los Planetas es ‘La leyenda del espacio’, un guiño a ‘La leyenda del tiempo’, como el álbum que Camarón dedicó a Lorca y título de su segunda película protagonizada por los niños gitanos Isra y Cheíto, a los que luego recuperó en Entre dos aguas.
Es curioso cómo se cumplen los sueños. Yo pensaba que estaba predestinado a hacer una película sobre ‘Omega’, el disco de Enrique Morente en colaboración con el grupo de rock granadino Lagartija Nick. El sueño se ha cumplido, pero era otro.

¿Por qué son tan populares las películas sobre grupos musicales?
No lo sé. La música es muy importante para mí, una de mis películas favoritas es el documental de Peter Jackson sobre Los Beatles porque muestra el trabajo en equipo, la creación, cómo la inspiración aparece y desaparece, cómo cuatro personas reconectan y vuelven a ser una banda. Maravillosa.

Hablamos de una película dirigida por Isaki Lacuesta y codirigida por Pol Rodríguez. ¿Cómo ha sido este mano a mano?
Pol fue ayudante de las mejores películas de Joaquim Jordá, Agusti Villaronga, Claudia Llosa, y he querido trabajar varias veces con él, pero siempre estaba ocupado. Finalmente, lo conseguimos en Un año, una noche.

El día antes de empezar a rodar salió el diagnóstico de Luna -su hija- y como en cualquier momento tenía que dejar la película, pensé codirigirla con Pol en el set, y yo a distancia. Esto es un trabajo en equipo, hay ideas de mucha gente y la aportación de Pol ha sido muy grande. La idea de codirigir me parece muy difícil, pero me interesa. Me da envidia los músicos que se reúnen y  hacen música juntos.

¿Qué le han dicho Jota y Florent, fundadores de la banda, de la película?
Florent ha preferido no verla. A Jota le hicimos una proyección en Granada y la volvió a ver en Málaga. Para él es difícil ver una película que es una especie de espejo deformante, con cosas que se parecen a su vida y otras que son  inventadas. Me decía que le encantaba Cristalino haciendo el guitarrista, en cambio se sentía incómodo con Dani haciendo de cantante; y que ellos nunca hablarían tanto. Jota siempre me dijo que si tenía alguna duda que le llamara, y así lo hice.

Granada acogerá la próxima edición de los Premios Goya.
¿Sabe cuál es mi fantasía? La nominación a la Mejor Canción original que hemos hecho con Alondra Bentley.

Isaki Lacuesta ¿músico?

Después de meterse en la vida de estos músicos, ¿qué le ha quedado?
Como una broma recurrente, Luna siempre nos preguntaba ‘¿conocéis algún asesino?’ Sí, sí ; ‘¿y a ladrones?’ Varios; ‘¿y a secuestradores?’ También; ‘¿y a drogadictos?’ Montones; ‘¿y a presidentes de equipos de fútbol?’, No, a esos no, le respondíamos.

Toda mi  vida he estado haciendo canciones y nunca he tenido la necesidad de compartirlas. Con el cine, las ganas de enseñar cosas las tengo ya más que cubiertas. Ahora, me han entrado ganas de sacar canciones y quizás lo haga. Al volver de Mali -donde rodó Los pasos dobles– me puse a hacer esculturas con barro y pinturas y fue un desastre. Como tengo más años de práctica, espero que con la música sea mejor.

¿Por qué le gusta tanto poner el foco en personajes reales?
No es algo premeditado. Puede que se deba a algo muy coyuntural y tan tonto como que les daba un plus de interés a los inversores y a los compradores.

Escribir, localizar, rodar, montar, mezclar, divertirse con las músicas, etalonar…¿con qué disfruta más?
Lo me interesa es que cada proceso no sea una ilustración de la anterior, que en cada etapa puedas transformar la película por completo. Cada etapa tiene sus placeres.

¿Cuál es su mayor logro cinematográfico en los 24 años que lleva de carrera?
Las experiencias que me ha permitido vivir el cine. Experiencias a las que no estábamos predestinados ni habíamos soñado como vivir con los dogones ni con Miquel Barceló y tampoco con los hermanos Isra y Cheíto, o estar en Wimbledon con Nadal y, de repente, con músicos de Granada.

Después de Segundo premio ¿con qué tiene ganas de probar y jugar?
He escrito mucho en estos últimos meses y hay cosas en marcha. Tengo ganas de volver al formato de largometraje documental y hay un proyecto de ficción que, por primera vez, es más autobiográfico y que sucede en el Bañolas de los 80.

¿En qué momento vital se encuentra?
Siempre es muy difícil saber dónde estás. No es una época de felicidad tanto como de analgesia. En La leyenda del tiempo se decía que cantar es reír y llorar al mismo tiempo, este podría ser un buen resumen.

 

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