El productor y distribuidor Enrique Cerezo, reconocido con la Medalla de Oro de la Academia de Cine 2025, ha atendido a los medios de comunicación este martes, horas antes de recibir el reconocimiento de la institución. En la rueda de prensa celebrada en la sede de la institución, el premiado hizo gala de la pasión que siente por el séptimo arte y que guía toda su labor. “El cine es un arte inigualable. No morirá nunca”, declaró.
Una entrega total que ha resaltado el presidente de la Academia, Fernando Méndez-Leite. “Está dedicado en cuerpo y alma a la recuperación de la memoria del cine español, a buscar negativos perdidos, que creo que es su auténtica vocación, aunque también va al fútbol”, afirmó. “Ese tipo de actitudes de pasión por el cine español las representa como nadie Enrique Cerezo y es un sentir general de los compañeros y compañeras de la Academia premiarlo y reconocerlo”, apostilló.
El productor y distribuidor aseguró que trabaja “en las dos profesiones que creo que todo el mundo querría, el fútbol y el cine. Me faltan horas. Cuando uno tiene una profesión magnífica, si encima va bien, es la satisfacción máxima”. Recibió la noticia de la concesión de la Medalla de Oro “con mucha alegría y con mucha ilusión” porque “cuando se acuerdan de ti los compañeros de profesión es más importante todavía”.
Cerezo echó la vista atrás al origen de su fascinación por el cine –“desde niño cuando veía películas españolas me llamaban la atención, me parecían tan buenas como las francesas y las americanas”– y a aquellos rodajes de producciones estadounidenses en las que trabajó en sus inicios en la industria, donde “te sentabas en la misma mesa que Charlton Heston, Sean Connery o Los Beatles”. Y por supuesto, grandes intérpretes del cine español, como aquellos que se reunieron en su primer crédito trabajando en el cine, Un millón en la basura. “José María Forqué, José Luis López Vázquez, Julia Gutiérrez Caba… Era un verdadero sueño y encima te pagaban”, recordó.
No se olvidó del título que considera más importante de su filmografía como productor– “Las películas son como los hijos a todas las tienes cariño, pero una de las más importantes que he hecho es La buena estrella”– ni tampoco de las amistades que se forjaban en los rodajes que iba encadenando –“Me acuerdo marcharme a Almería en enero y volver en junio”.
El también presidente de EGEDA (entidad de gestión de derechos de los productores audiovisuales) defendió las coproducciones con otros países, y puso en valor la comedia. “La comedia española que se hace en España es muy buena. Soy fan de Tony Leblanc, de Santiago Segura, de gente que hace cine para divertirse, para pasar un buen rato”, explicó Cerezo, que siempre que puede acude a las salas a ver las películas en pantalla grande.
Actualmente, el premiado se encuentra centrado en la restauración y recuperación de películas españolas, un trabajo que sigue creciendo conforme va adquiriendo nuevos títulos. “Tenemos que terminar de restaurar y encontrar materiales. No es un trabajo de un día y la digitalización ha sido fundamental para poder hacerlo. Preservar es conservar y conservar es que la gente pueda recordar lo que fue esa película y la historia”, explicó quien también ha creado plataformas de exhibición del cine español en España y en todo el mundo.
Figura capital en la industria cinematográfica española, Cerezo reveló cuál es la película que le falta por hacer. “Me gusta el cine histórico y me gustaría hacer la historia de la Guerra Civil española contada por cuatro o cinco directores, desde distintos puntos de vista”, manifestó.
Sus dos pasiones, el cine y el fútbol, le siguen dando grandes emociones tras 60 años dedicado al oficio. “En el cine estrenas una película un viernes y el lunes sabes si estás alegre o no. En el fútbol, si pierdes, a la semana siguiente tienes otra oportunidad”, bromeó.
Enrique Cerezo recibirá la Medalla de Oro de la Academia esta tarde, en una ceremonia que tendrá lugar en el Teatro Albéniz de Madrid arropado por compañeros y compañeras del cine, familiares y amigos.
