El Festival de Sitges 2025 calienta motores y lo hace anunciando su primer avance de programación, entre el que destaca una variada presencia de cine nacional. Hasta cinco producción de la industria española han sido desveladas este miércoles por Ángel Sala y Mònica Garcia i Massagué, Director Artístico del Festival y Directora de la Fundación respectivamente, que han adelantado algunas de las propuesta de la edición número 58 del certamen.
Gaua, el nuevo trabajo de Paul Urkijo, sumerge al espectador en una oscuridad ancestral inspirada en el folclore vasco; en un viaje hipnótico y aterrador hacia las raíces del mito y la naturaleza. También conectada con el territorio, pero desde una óptica femenina y radical, La virgen de la tosquera, de Laura Casabé, a partir de la obra literaria de Mariana Enriquez, ofrece una experiencia sensorial que promete sacudir los límites de lo real. Más contemporánea y provocadora, Silencio encumbra el universo estético y emocional de Eduardo Casanova, con una propuesta tan incómoda como hipnótica que derriba tabúes y cuestiona nuestra relación con el cuerpo, el dolor y la belleza en una sorprendente historia de vampiros queer.
Decorado apuesta por una crítica existencial cargada de sarcasmo y con la estética inconfundible de un conocido del festival como es Alberto Vázquez, que tras el éxito de Unicorn Wars vuelve a poner en un listón altísimo el nivel del cine de animación español. Con su ópera prima Luger, Bruno Martín aborda las segundas oportunidades a través de un violento y trepidante thriller que se desarrolla a tiempo real en un vasto y laberíntico polígono industrial.