Los santos inocentes, El crimen de Cuenca, Sor Citroën, Vente a Alemania, Pepe y La ciudad no es para mí, entre otras; y de las series de televisión El hombre y la tierra, Anillos de oro, Segunda enseñanza, Brigada Central, Compuesta y sin novio, Ramón y Cajal y Fortunata y Jacinta. Más de 200 bandas sonoras para cine y televisión compuso Antón García Abril en sus 87 años de vida. Medalla de Oro de la Academia de Cine 2014, es uno de los más prolíficos compositores cinematográficos españoles
Fue una figura sobresaliente de la música española. Autor de una extensa obra sinfónica y de cámara que abarcaba la mayoría de las formas musicales, participó en numerosas películas “espléndidas, otras menos, pero en todas tuve la posibilidad de expresar lo mejor de mí mismo”, declaraba el maestro turolense, que colaboró con Mario Camus, Pilar Miró, Antonio Isasi-Isasmendi y Pedro Lazaga, entre otros muchos directores. El maestro entendía que la música era un lenguaje, independientemente de su forma o género, y que la música de cine “cuando está bien escrita” hay un momento en la que se convierte en pura imagen.
“Es una música que se alimenta de muchos parámetros y cuando hay una perfecta comunión con la imagen induce a la reflexión. El músico de cine, por naturaleza, debe ser una persona muy culta y su música debe tener una flexibilidad natural para amoldarse a todo tipo de discursos y narrativas, así como la habilidad suficiente para abordar estéticas dispares desde la música de cámara, la electroacústica o el sinfonismo”, destacaba.
Protagonista del documental El hombre y la música, de Laura Sipán, García Abril era académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y había sido reconocido con el Premio Nacional de Música (1993), Premio Fundación Guerrero de Música, el Premio de la Música en varias ediciones, la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes (1998) y la Gran Cruz de Alfonso X El Sabio, entre otros premios a los que en 2014 sumó la Medalla de Oro de la Academia de Cine, cuya obertura escribió y grabó con la Orquesta Sinfónica de Londres.