Arranca en Madrid el rodaje de El gusto del cloro, primer largometraje de ficción del director y artista multimedia Álvaro Congosto, quien también firma el guion junto a Víctor Nores. Ambos han adaptado al cine la novela gráfica homónima de Bastien Vivès. Los actores Adrián Lastra, Aida Folch, Esmeralda Pimentel y José Luis García Pérez protagonizan el debut en la dirección de largometrajes de Congosto. Antonio Dechent, Stephen Ohl, Rafa Álamos y Raudel Raúl completan el reparto de la adaptación al cine del cómic del autor francés.
“Es una película tierna, divertida y ensoñadora, en la que la empatía con el protagonista no está reñida con una trama excitante y llena de sorpresas. Una historia romántica que cuestiona el amor romántico y que conecta con el espectador a través de un tono mágico y poético”, afirma el director.
Para su productora, Patricia González, se trata de una historia que «utiliza el misterio y la fantasía para hablar de algo muy real y contemporáneo: la parálisis que sentimos ante la vida y el miedo a la vulnerabilidad. La historia de Nico, un joven enfrentándose a sus miedos en Nueva York, es un recordatorio tierno y divertido de que el amor verdadero no es una idealización, sino un acto de valentía.»
La producción corre a cargo de Patricia González para Eterno Pictures. La dirección de producción es de Hugo Romera González, mientras que la dirección de arte recae en Raquel Troyano y la dirección de fotografía en David Cortázar. El montaje es obra de Nerea Mugüerza y el sonido está liderado por Miguel Carretero Hernández. El equipo de maquillaje y peluquería está en manos de Blanca Otamendi y el vestuario lo diseña Amador García.
El proyecto está producido por Eterno Pictures y continuará su rodaje en Gran Canaria, que acogerá varias secuencias clave, y Nueva York, ciudad donde se ambienta la historia.
Sinopsis:
Nico, un joven español imaginativo e indeciso, lleva una vida insatisfactoria en Nueva York. Todo cambia cuando conoce a Emily, una nadadora de la que se enamora pero que desaparece sin dejar rastro.
