Liena es una mujer emigrante, divorciada y con dos hijos: Pablo y Marcos, diagnosticado con autismo. Durante casi diez años, Liena filma incansablemente, primero como herramienta para estimular la interacción de Marcos y luego como registro de su propia maternidad. A falta de referentes, necesita crear el suyo y verse en la pantalla. Filma a la vez que cocina, asiste, ama, trabaja, juega, discute, posee, suelta. La cámara no corta, no se apaga. La mesa, el sofá y la cama se vuelven los escenarios principales de esta película. Desde la absoluta intimidad del hogar, tenemos el privilegio de ver crecer a los protagonistas y ser testigos de la transformación que tiene lugar en cada uno de ellos. «Código Marcos» desafía las percepciones convencionales del autismo, celebrando la singularidad y la fuerza de aquellos que son diferentes. La película es una historia de amor y aceptación, donde la diversidad es vista como un regalo y no como una discapacidad.