En una Cuba marcada por la Revolución, un bloqueo asfixiante y la espiritualidad yoruba, El custodio narra la vida de un hombre que ha consagrado su existencia a proteger una pista de aterrizaje abandonada frente a la costa de Florida. Huérfano desde la invasión de Bahía de Cochinos en abril de 1961, el protagonista encuentra en Shangó, dios del trueno y la justicia, a su padre espiritual. Su juventud transcurre entre danzas rituales y agrupaciones vinculadas a los ritmos afrocubanos, en una búsqueda de identidad entre la fe y el compromiso político.
En 1971, con apenas 16 años, comienza a trabajar como custodio en una pista estratégica del municipio Bahía Honda.
Tras el fin de la Guerra Fría, la pista pierde su valor estratégico y es abandonada por el Estado. Pero el custodio, fiel a la Revolución y a sus orishas, continúa su labor con devoción. En 2020, con 66 años, dedica 16 horas al día a vigilar un territorio que ya no tiene valor militar, pero que para él sigue siendo sagrado.
El Custodio es un retrato poético y dramático sobre la soledad, la fidelidad ideológica y espiritual, y el paso del tiempo en una isla detenida. Un cuento sobre la obsesión, el abandono y la resistencia, donde el protagonista encarna la memoria viva de un país que aún lucha entre el mito y la historia.