Mucho más que la Musa de la Tercera Vía.
La cita tiene lugar en el Teatro del Barrio, un espacio de referencia en la creación escénica y artística con un claro compromiso social y político. Está enclavado en el corazón de Lavapiés, el barrio madrileño que vio crecer a nuestra invitada y donde asistió a las salas de cine por primera vez. Mejor escenario, imposible.
A mi llegada, María Luisa está realizando la sesión de fotos con los compañeros de esta serie de entrevistas del proyecto Memoria Colectiva del Cine Español de la Academia de Cine, pero me abraza cariñosa sin dejar de sonreír y posar, como la estrella que es, asegurándome que se va a “abrir en canal” para contarlo todo. Y así lo hace.
En esta charla María Luisa San José nos confiesa que desde que tiene memoria quiso ser artista. A ello contribuyó sin quererlo su padre, que la llevaba siendo una niña por los tablaos de la capital; y su madre, todo un referente y apoyo para ella tanto profesional como personal. Deseaba para su hija el sueño que ella no logró realizar. Aunque, curiosamente, el primer trabajo de La San José en el cine fue detrás de las cámaras, revelando películas clásicas del cine español en los históricos laboratorios Madrid Films.
A finales de los años setenta Maria Luisa se convirtió en la Musa de la “Tercera Vía”, la corriente cinematográfica que ofrecía películas con una perspectiva crítica sobre la realidad política y social de una España que salía de una dictadura y empezaba a conocer la democracia. Así protagonizó títulos como Los nuevos españoles, de Roberto Bodegas o El Diputado, de Eloy de la Iglesia, que supusieron un antes y un después en su carrera cinematográfica.
También es una de las actrices supervivientes al cine del destape. Tal y como ella misma relata, “al final del franquismo nos desnudaron a todas, y eso te marcaba y encasillaba a la hora de interpretar determinados personajes”.
Quizás por todo ello, Maria Luisa San José ha luchado durante toda su vida para demostrar que es mucho más que una bellísima mujer. Además de una larga carrera en Televisión, se ha subido (y se sube) a los escenarios para interpretar a los grandes, como la versión de Así que pasen cinco años de García Lorca dirigida por Miguel Narros, o recientemente, la versión teatral de Las amargas lágrimas de Petra Von Kant de Fassbinder.
Una actriz comprometida, historia viva del cine español, a la que todavía le queda mucho por decir y que, aún hoy, siempre quiere más. Y que nosotras lo veamos.
Machús Osinaga