“Éramos muy hippies”, dice Petra Martínez (Jaén, 1944) nada más empezar la entrevista. Se refiere con profunda dulzura, un rasgo que la define bastante bien, a sus años viajando por Latinoamérica junto a su recientemente fallecido marido Juan Margallo y su compañía de teatro independiente Tábano. Fue una obra, Castañuela 70, la que propició aquellos viajes para sortear la censura franquista y la que cimentó esa libertad creativa con la que trabajaron durante estos últimos 50 años y que les brindó el Premio Nacional de Teatro en 2022.
Tras una iniciática estancia en Londres donde una representación de Oliver Twist cambió el rumbo de su vida y después de formarse en la escuela de William Layton al volver a Madrid, Petra Martínez se inició en la televisión en Barrio Sésamo, alcanzando tal nivel de fama entre los más pequeños que se juró no volver a salir del anonimato del teatro. Sin embargo, reincidiría treinta más tarde después formando parte del elenco de uno de los fenómenos más populares de la historia de la tele, La que se avecina, donde sigue dando vida a Doña Fina. Ávida espectadora desde niña todavía recuerda las sesiones de cine los sábados por la tarde en la Colonia del Retiro, donde estaba la
casa familiar. Allí sucedió su primer contacto con el séptimo arte con seis o siete años, cuando el equipo de rodaje le pidió que patinase durante una toma de una película que estaban rodando. Su siguiente recuerdo en el cine, ya como una actriz de teatro consolidada, fue en el cortometraje de Mateo Gil Allanamiento de morada, donde todavía recuerda lo que disfrutó de sus compañeros de reparto, Eduardo Noriega y Pepón Nieto.
Fue interpretar su primer protagonista en el cine y besar el santo. La soledad (2007), de Jaime Rosales, arrasó en los Goya y la puso en el mapa. Pero tuvo que esperar 13 años para recibir su primera nominación por La vida era eso, de David Martín de los Santos. Otro de los personajes a los que guarda un profundo cariño es el que interpretó en Nacidas para sufrir (2009), de Miguel Albaladejo. Tampoco olvidará la oportunidad de trabajar a las órdenes de Víctor Erice en su regreso al cine con Cerrar los ojos (2023). Actualmente, está escribiendo una suerte de memorias teatrales sobre su vida con Juan Margallo.
Andrea G. Bermejo