Más de 300 títulos nacionales e internacionales componen la filmografía de Reyes Abades, uno de los técnicos imprescindibles del cine español. De hecho, una gran parte de los efectos especiales de nuestra cinematografía llevan su firma. Reconocido con nueve Premios Goya a los Mejores Efectos Especiales, este profesional, nacido en Castiblanco (Badajoz) fue el creador de un oficio que era prácticamente inexistente en nuestro país.
¡Ay, Carmela!, Beltenebros, Días contados, El día de la bestia, Tierra, Buñuel y la mesa del rey Salomón, Lobo, El laberinto del fauno y Balada triste de trompeta fueron las películas que le valieron el Goya a este extremeño, que estaba enamorado de su profesión. Supervisor de efectos especiales, mundo al que llegó en 1968 y aprendió con Manuel Vaquero, trabajó en varias compañías francesas, norteamericanas e italianas.
En el 79 se independizó y fundó su propia compañía. Desde entonces, además del cine, colaboró en publicidad, televisión, espectáculos audiovisuales, parques temáticos y grandes eventos -uno de los efectos más llamativos de Reyes Abades fue la ceremonia de inauguración de los JJ.OO de Barcelona-.
Cómplice de numerosos directores, es hasta la fecha el técnico de efectos especiales más premiado de nuestro cine. Premio Ricardo Franco del Festival de Málaga, Medalla de Extremadura y Medalla al Mérito en las Bellas Artes, Reyes Abades tenía pendiente el estreno de Tiempo después, El reino, El hombre que mató a Don Quijote y Memorias del calabozo cuando nos dejó en febrero de 2018.