Aitana
Sánchez-Gijón

Actriz

Por una necesidad insaciable de amor

Con la emoción a flor de piel. Aitana Sánchez-Gijón está viviendo cosas “muy importantes” en el oficio que lleva desempeñando desde hace cuatro décadas y en el que sigue trabajando y formándose con el mismo empeño que cuando empezó.

Mujer comprometida política y socialmente con su tiempo, no ha perdido sus sueños ni su capacidad de riesgo cuando representa la vida para los demás delante de la cámara y en los escenarios, medios que ha compatibilizado a lo largo de su carrera, tanto en España como en el extranjero.

Nacida en la Ciudad Eterna, la actriz quiera ser otras para ser ella misma, para entender el mundo en el que vive. Sin ponerse límites y echando de menos más comedias en su filmografía, tuvo en la serie de Pedro Masó, Segunda enseñanza, su primera oportunidad, aunque la primera película importante de su carrera fue Bajarse al moro, de Fernando Colomo. Desde entonces, siempre ha estado ahí. Pedro Costa, Antonio Giménez Rico, Fernando Fernán-Gómez, Pilar Miró, Adolfo Aristarain, Gómez Pereira, Campanella, Chávarri, Aranda,

Bigas Luna, Luis Puenzo, Ventura Pons, Imanol Uribe, Gonzalo Suárez, Pedro Almodóvar… Una carrera de fondo en la que ha echado mano de los recursos que ha conseguido trabajando porque -repite como un mantra- la vocación y el talento no son nada sin el trabajo.

Cine, escenarios -cuenta con una intensa carrera teatral- y pequeña pantalla -ha participado en varias series de éxito-. La primera mujer que presidió la Academia de Cine no se esperaba ni la Medalla de Oro que en 2015 le concedió la institución, ni el Goya de Honor 2025, premio honorífico a su trayectoria que recibió en Granada con la ovación de todo el auditorio puesto en pie.

Y recibió este ‘Goya de amor’, según la definición de su buena amiga Maribel Verdú, porque hay que dejarse querer. “Lo que nos dedicamos a esto lo hacemos, sobre todo, por una necesidad insaciable de amor”.

Aitana Sánchez-Gijón no parará porque su oficio es infinito. Mientras hay vida, hay personajes e historias que narrar.

Chusa L. Monjas