El título de Midnight in Paris, tercer largometraje del director de Annie Hall con participación española y coproducido por Mediapro, sonó ayer en la 84 edición de los Premios Oscar. Woody Allen consiguió así su cuarto eunuco dorado, premio que ya posee por los libretos de Hannah y sus hermanas, y Annie Hall, y por la dirección de esta última.
El prolífico cineasta no acudió, como viene siendo habitual, a la ceremonia en la que su guión se alzó victorioso frente al de The Artist, de Michel Hazanavicius; La boda de mi mejor amiga, de Kristen Wiig y Annie Mumolo; Margin Call, de J.C. Chandor; y Nader y Simin, una separación, de Asghar Farhadi. Angelina Jolie, que fue la encargada de entregar el premio señaló que “la Academia felicita a Woody Allen, y acepta el Oscar de su parte”. En representación de la película acudió al Kodak Theatre Jaume Roures, presidente de Mediapro.
El reconocimiento a esta historia ambientada en el Paris de los años veinte no hace más que certificar el buen recorrido del último largometraje de Woody Allen: película de apertura del Festival de Cannes, largometraje más taquillero del director de Match Point en EEUU con más de 50 millones de dólares, y segunda en el ranking de taquilla española con un total de 7’9 millones de euros.