Veintidós años mostrando el mejor cine español en una ciudad del norte de Francia “sin apoyo institucional por parte de España” convierten al Festival de Nantes en el punto de referencia de nuestra cinematografía en el país vecino. Un año más, el Festival de Cine Español de Nantes abre sus puertas al cine patrio, que, del 15 al 27 de marzo, estará representado por 70 películas, entre ficción, documentales y cortos, y Álex de la Iglesia, a quien el certamen rinde un doble tributo con una retrospectiva de seis de sus trabajos, entre los que está su última obra, La chispa de la vida, que se proyectará en la Ópera de Nantes, y el libro publicado por la Filmoteca Vasca ‘Álex de la Iglesia. La pasión de rodar’, de Jesús Angulo y Antonio Santamarina.
Asiduo al Festival “desde hace muchos años y donde siempre me he sentido muy protegido y querido”, el cineasta vasco es el nombre propio de esta edición que incluye cuatro secciones competitivas –oficial, opera prima, documental y cortometrajes-; los ciclos ‘La ciudad en el cine’, ‘Doce años de ventana vasca’, ‘Cine y derechos humanos’ y ‘Cine en la cárcel’; y un homenaje a Jorge Semprún. El programa se completa con sesiones escolares –en 2011, más de 5.500 alumnos se familiarizaron y aprendieron con el cine español-, ‘Noches especiales’ dedicadas al cine de terror, exposiciones, charlas y debates que subrayarán la trascendencia del cine español en el extranjero.
Pilar Martínez-Vasseur y Joxean Fernández, codirectores del certamen, presentaron este martes en la sede de la Filmoteca Española la convocatoria 2012, acto en el que destacaron que el Premio Julio Verne, en cuyo jurado está la directora y vicepresidenta segunda de la Academia, Judith Colell, se dirimirá entre Madrid, 1987, de David Trueba; No tengas miedo, de Montxo Armendáriz; La voz dormida, de Benito Zambrano; Iceberg, de Gabriel Velázquez; y Katmandú, un espejo en el cielo, de Icíar Bollaín. Mientras que las operas primas que optan al premio patrocinado por la Fundación Borau son Eva, de Kike Maíllo; Puzzled Love, dirigida por 13 alumnos de la ESCAC; Arrugas, de Ignacio Ferreras; Bi anai, de Imanol Rayo; y Urte berri on, Amona, de Telmo Esnal.
A estas proyecciones se suman documentales (La maleta mexicana, La puerta de no retorno y Mercado de futuros, entre otros), cortos, las primeras películas de la historia del cine realizadas íntegramente en euskera y un monográfico sobre Bernardo Atxaga en el séptimo arte.
Un espacio “feliz”
Al que está considerado como el mayor acontecimiento en la difusión del cine español en Francia, cuyo cartel tiene como protagonistas a Belén Rueda, Alberto Ammann y Carla Nieto, acudirá Álex de la Iglesia, que destacó “el cariño y generosidad” del certamen con los cineastas españoles, a la vez que se sintió “sorprendido y halagado” por ser objeto de análisis en un libro. “Creo que en el cine he hecho algo bien porque en algún momento he divertido, lo que me llena de orgullo”, apostilló el autor de Acción mutante, Perdita Durango, 800 balas, Crimen ferpecto y Balada triste de trompeta, historias que se exhibirán en Nantes, donde de la Iglesia ha vivido “las mejores proyecciones de mi vida. En Nantes se difruta del cine, se habla de cine y te encuentras con gente que habla de cine. Es un espacio feliz”, aseguró el director vasco.
