Con una puesta en escena minimalista llega esta propuesta financiada a través de crowdfounding sobre el duelo, el dolor y la pérdida. Única representante española en la última edición del Festival de Sevilla, la ópera prima de Sergi Pérez se estrenará este viernes 29 de mayo.
¿Cómo surgió este proyecto?
De un tema personal respecto al duelo y de una anécdota sobre alguien que dejó sin comer y beber a un perro. No tiene nada de autobiográfico, pero sirvió de alguna forma para hacer terapia sobre todo lo vivido. Comenzó siendo un corto, me gustó como quedó y decidí continuar con el largometraje.
Ustedes utilizaron crowdfounding para financiar el filme, ¿cree que es una buena alternativa de producción?
No sé si volvería a repetirlo. En nuestro caso teníamos prisa por sacar financiación y la producción se hizo desde un minimalismo enorme. El micromecengazgo puede ser muy interesante cuando se saca bastante dinero, aunque en nuestro no fue así. Intentamos convertir el defecto en virtud.
El que haya sido tan duro poner en pie la historia, ¿cree que ha favorecido al resultado final?
Sí, yo creo que hubo inteligencia desde el guión a la hora de plantearlo. El conflicto interno del personaje es tan grande y tan duro, que cuanta más sencillez dábamos a la capa externa, más ayudaba a su conficto, así se equilibra la balanza emocional. Y como ejercicio me pareció interesante al pensar el guión desde la producción. Había que ser humildes y encontrar la emoción en las cosas pequeñas.
Uno de los símbolos más importantes es el perro
La película está llena de metáforas porque decidimos que no hubiera mucho diálgo, que no fuese una reflexión en texto sobre la muerte. El símbolo más grande es el perro, que comienza como reflejo de lo que el protagonista huye, pero acaba evolucionando conforme avanza la historia.
¿Cómo fue trabajar con semovientes? ¿Repetiría?
Encuentro mucha poesía en los animales que han sufrido. Este rodaje fue muy sencillo porque el perro estaba sedado. Supongo que si fuera en estas condiciones, sí que volvería a trabajar así.
La carga emocional recae principalmente en Borja Espinosa
El rodaje fue complicado porque fueron 16 días divididos en tres partes a lo largo de un año, mantener ese racord emocional, no sólo el físico, era fundamental. Borja entendía el personje y recuperaba esa energía cuando volvía al rodaje. Lo trabajamos de forma muy abstracta, porque él, igual que el espectador, no sabía el por qué se encontraba en esa situación. Aunque es un personaje con muchas capas, no lo trabajamos con background ni dibujando un personaje. Trabajamos con los secundarios de la misma forma, tampoco sabían nada, les mandabamos la separata con su parte y punto.
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Su carta de presentación ha sido el Festival de Sevilla
Ha ayudado mucho. Ser la única española nos ha servido, por ejemplo, para encontrar distribuidor, ‘Noucinemart’. Una propuesta como la nuestra necesita tener el apoyo de festivales y de la crítica. Sevilla nos impulsó a otros certámenes, y los que aún nos quedan.
¿Cómo han planteado la promoción?
Nos hemos ido acomodando a diversas iniciativas. En Madrid, la revista ‘Caimán Cuadernos de Cine’ ha hecho posible su preestreno; en Barcelona hicimos un pase especial gracias a Screenly. Para el estreno nacional tenemos, de momento, 10 copias.
El low cost en España parece estar en auge
Low cost siempre ha habido. Siempre habrá guerrilla, cooperativas, quien lo hace de forma vocacional. Del low cost sale gente y propuestas muy interesantes. Sin embargo, no creo que un autor pueda estar siempre al margen de la industria.
