Fernando León de Aranoa: «No tiene nada que ver con un trabajo de campaña. Es una película honesta»

Por María Gil · 2 junio, 2016

Pasa de la guerra de los Balcanes (Un día perfecto) a la ‘guerra’ de las ideas, las palabras y por construir el relato en Podemos en Política, manual de instrucciones

 

“Tuvieron mucha paciencia con nosotros y mucha apertura”, resalta Fernando León de Aranoa sobre los 365 días en que siguió a Podemos para registrar ‘la cocina’, su proceso de construcción interna desde la Asamblea General de Vista Alegre hasta su llegada al Congreso y la constatación de que el mapa político en España había cambiado. Casi dos años y 500 horas de rodaje después, alumbra el que es su tercer largometraje documental, Política, manual de instrucciones, una historia “que se parece mucho a lo que planteamos, al papel original” y que, pese a aterrizar en las salas en plena precampaña, el 3 de junio, no tiene más pretensión que la de “dejar registro de ese momento histórico y hacerlo desde dentro”.

«Sería muy interesante con cualquier otro partido si te abre la puerta, pero en todos los ámbitos es muy difícil el nivel de acceso que nosotros hemos tenido”, reconoce Aranoa, que refleja en pantalla los hitos y fracasos y los debates internos de la formación morada, a la que propusieron esta producción cuando ni siquiera contaban con un organigrama.

“Resultaba muy atractiva la doble trama, la idea de que se tenían que constituir como partido en un período muy corto de tiempo narrativamente era interesante, casi de thriller. Cómo se hace esto en un año y se llega a las elecciones y se consigue un buen resultado”, desgrana el director de esta cinta, que también la coproduce junto a Jaume Roures.

“Lo asombroso es lo rápido que se olvidaron de que había una cámara filmando. Siempre hay verdad, están en caliente. Sólo la intensidad del momento explica que se puedan olvidar”, cuenta sobre el rodaje, en el compartieron situaciones delicadas para la formación y que muestra a sus máximos ideólogos, Pablo Iglesias, Iñigo Errejon y Juan Carlos Monedero. “Hubo como 15-20 momentos filmando en el que yo decía ‘bueno, ahora es cuando nos invitan a salir amablemente’, pero no pasaba”.

Se dirige a “un espectador interesado en la política, piense lo que piense y vote a quien vote”, según sus impulsores, a los que la repetición de elecciones les ha pillado de imprevisto. “Más allá de lo coyuntural, es honesta y no tiene nada que ver con lo que se podría entender como un trabajo de campaña. El ruido puede afectar más a la percepción de la película que a la película en sí”, defiende Aranoa

De las seis horas del primer montaje, hasta las dos del definitivo, ha alcanzado “un relato equilibrado y justo de lo que habíamos vivido este año”, en el que no falta el humor y las anécdotas que “siempre tienen sentido, no son accesorias”. Más allá del cojín de Cars de Errejon, las bromas sobre una línea de ropa de marca ‘La Casta’ o el papel clave de dos botellas de Albariño en la génesis de Podemos, al ganador de seis Goyas le parece especialmente simbólico el comentario de Iglesias sobre cómo los árboles de Central Park podían sobrevivir en el frío Nueva York – “Habla del aislamiento de alguien que tiene la cabeza permanentemente en otro sitio, en la política”–.

Falta cultura de documentales

Pero el protagonismo indiscutible en las escenas es para Iñigo Errejon, la figura que acapara más minutos en Política, manual de instrucciones. “Su papel ayuda, porque explica muchos conceptos de largo alcance”, desvela el coproductor Jaume Roures sobre la complejidad del filme que se centra en lo estrictamente político y se aleja de la tentación de lo emocional y lo privado, que sí han abordado otros documentales sobre la ‘nueva política’, como Alcaldessa, que incluía el lado más vulnerable de Ada Colau.

«Las palabras son como colinas en una batalla, hay que asaltarlas»; «si no ganamos, tener un programa magnífico no sirve»; o “esta es la historia de siempre de David contra Goliat” son algunas de las afirmaciones de Errejon frente a la cámara y que ponen sobre la mesa el conflicto entre ideología y estrategia y que la batalla en Podemos se libra en los medios de comunicación y con las palabras como arma. Aranoa divide los momentos clave de la formación en capítulos, y no deja fuera sus subidas y bajadas en las encuestas, los encuentros con líderes de América Latina, o con el griego Alexis Tsipras; y la crisis con Monedero.

¿Y qué opinan los representantes de Podemos sobre el documental? “Deberíais preguntarles a ellos, pero yo creo que les gustó porque vieron que esta era la película que les habíamos propuesto hace dos años”, desvela el director de Los lunes al sol.

Política, manual de instrucciones se estrenará en 22 salas de toda España, cuatro de ellas en la capital. “No hay una cultura de documentales en España. En otro país se estrenaría en los cines más importantes”, resalta Roures sobre este título, que sigue la estela de las estadounidenses The War Room de Chris Hegedus y D.A. Pennebaker; Primary; o Crisis: Behind a Presidential Commitment, de Robert Drew.

Curtido en la no-ficción sobre cooperación y conflictos de guerra, que ha abordado en Invisibles, una producción colectiva que le valió el Goya a Mejor Documental, y Caminantes, sobre la marcha zapatista en México para denunciar la opresión que sufría la población indígena, Aranoa aborda ahora un fenómeno que le atraía por su valor político y social. Como cineasta, celebra que los que lo han visto “han entendido el trabajo como es. La película por sí sola desmonta cualquier prejuicio”. Como ciudadano también lo tiene claro: “Hay que ir a votar, es nuestra obligación”.

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