Yvonne Blake: «Todos tenemos algo que aprender y ofrecer»

Por Chusa L. Monjas · Foto: ©Enrique Cidoncha · 2 diciembre, 2016

La recién elegida presidenta de la Academia llega al cargo «con todas las ganas, ilusión y el deseo de aprender»

Por sus manos han pasado los patrones y telas que vistieron a Sofia Loren, Ava Gardner, Audrey Hepburn, Marlon Brando, Al Pacino, Elizabeth Taylor… y ha creado trajes que han quedado guardados en la retina de millones de espectadores. Yvonne Blake, una de las mejores figurinistas de cine del mundo, es la quinta mujer que preside la Academia, cargo al que llega «con todas las ganas, ilusión y el deseo de aprender» y al que va a ofrecer «mucho trabajo y dedicación». Gran defensora del cine español, la que fue ayudante de la titular de la casa de vestuario Bermans y colaboradora de la mítica productora de terror Hammer, emprende una aventura de cuatro años en una institución «adulta que ha conseguido muchas cosas, pero siempre hay que hacer más. Hemos crecido y la Academia necesita cada vez más atención», expone esta técnica que es Premio Nacional de Cine y atesora cuatro goyas y un Oscar.

Escoltada por Mariano Barroso y Nora Navas, Blake (Manchester, 1940) desglosa el programa de trabajo que tiene por delante: transparencia, modernidad, apertura, colaboración internacional, fomentar las relaciones institucionales, impulsar la participación de los miembros de la Academia… Asuntos que se conseguirán “si nos olvidamos de personalismos y trabajamos unidos”, promete esta diseñadora de vestuario que vino a nuestro país hace casi cinco décadas a rodar Talento para amar y se quedó. Ahora, esta veterana profesional aborda su nueva etapa con la misma sensación que tenía cada vez que empezaba una película: “Mi carrera empieza hoy», anota Blake, para quien ninguna de las películas que ha hecho “ha sido fácil».

 

¿Cómo quiere que sea su presidencia?

Tranquila y sin controversias, trabajando en equipo con la Junta Directiva y el personal de la Academia para llegar a la meta que nos hemos marcado. Deseo una presidencia abierta a las ideas de todos los académicos y manteniendo una economía equilibrada: gastos igual a ingresos.

¿Qué cree que puede ofrecer a la Academia?

Primero voy a ofrecer mi dedicación y segundo mi experiencia en los más de cincuenta años que llevo trabajando, tiempo en el que he participado en cortos, cine con poco dinero y películas de enormes presupuestos. Además de mis contactos con otras academias, como la de Hollywood, de la que soy miembro desde 1980, o BAFTA.

Del plan que ha trazado con Mariano Barroso y Nora Novas, ¿qué puntos son claves?

Prioritario es contratar un gestor cultural/director general para que el día a día de la institución funcione como un reloj. Necesitamos expandir la Academia, especialmente a los jóvenes creadores. O sea, sangre fresca, para lo que vamos a invitar a ser miembros de la institución a los cineastas jóvenes, a los que han tenido éxito o una cierta repercusión con su primera película, incluso a los que son más conocidos por su trabajo en televisión que en cine –cineastas al fin y al cabo–. Creo que para todos ellos sería un prestigio ser miembros activos del colectivo académico y participar en nuestras actividades y proyectos. Tenemos que pensar en el futuro, en futuras juntas directivas formadas por gente joven en activo.

¿Cómo va a animar a los nuevos creadores a hacerse académicos?

Los estatutos son demasiado estrictos a la hora de facilitar la entrada a los jóvenes. Estas exigencias son las que, de momento, vamos a revisar.

Entonces, ¿tiene previsto cambiar los estatutos de la institución?

La revisión más pormenorizada de los estatutos tendrá que esperar porque ahora tenemos otras prioridades.

Entre sus objetivos también está dar mayor vuelo a la Academia, tanto en Europa como en América Latina y Estados Unidos. ¿Qué colaboración ve factible con las academias de otros países?

Estrechar lazos, compartir experiencias, ofrecer y recibir ideas y conocimientos siempre será inspirador e irá en beneficio de todos. Todos tenemos algo que aprender y ofrecer.

Ha insistido en que viene a trabajar con absoluta transparencia, ¿cómo traduce esta declaración?

La Academia ha pasado unos meses convulsos. Con esta presidencia, la transparencia será total. Todos los académicos tienen derecho a saber lo que hacemos.

¿En qué momento está la Fundación ligada a la Academia? ¿Y el proyecto ‘Nuestra Memoria. El cine español’?

La Fundación y también la AIE (Agrupación de Interés Económico) son temas muy delicados. No queremos equivocarnos. Estamos en el proceso de sopesar los pros y los contras. Personalmente me gustaría que fuera viable, pero tenemos que atenernos a la realidad.

La intención de la Academia es continuar con ‘Nuestra memoria…’, un proyecto impulsado por Enrique González Macho y Antonio Resines del que la institución se siente muy orgullosa.

Constancia y entrega

¿Ha revisado lo que han hecho sus predecesores? ¿Cuál es el que más le ha marcado?

Durante mi etapa de presidenta en funciones decidí contrastar opiniones con los expresidentes para informarme del trabajo que, eventualmente, podría encontrarme. Han sido unas conversaciones enriquecedoras de las que he tomado nota. Todos me manifestaron su apoyo ante cualquier dificultad puntual. Desde aquí, quiero darles las gracias a todos.

¿Está preparada para las opiniones, críticas y comentarios que tenga su nueva aventura?

Preparadísima. Ya he ensanchado mi espalda tres tallas más. Y si aún así no fuera suficiente, todavía queda dobladillo para sacar más… Pero trabajaré para que no sea necesario.

No llega al cargo de nuevas porque lleva tres meses como presidenta en funciones, ¿de qué le ha servido?

Ha sido duro, muy duro, así que ahora estoy preparada para rodar ‘interiores’.

¿Qué lectura hace de ser la primera diseñadora de vestuario que está en el cargo?

Es el primer técnico presidente en España, porque la diseñadora de vestuario Anthea Sylbert fue presidenta de la Academia de Hollywood y lo hizo muy bien. ¡Espero que digan lo mismo de mí!

Ha formado parte de la Academia desde sus inicios como miembro de muchas de sus juntas directivas. Conoce la institución por dentro, cómo funciona, las comisiones… ¿qué ha aprendido de todos estos años?

Ha sido un privilegio estar en las juntas directivas con José María González Sinde, Borau, Fernando Rey, Tedy Villalba… Ellos fueron los fundadores de la Academia, de la que soy el miembro 138. Con ellos aprendí lo importante que es tener constancia y dedicación con esta casa.

¿Por qué eligió a Mariano Barroso y a Nora Navas como compañeros de viaje? ¿cómo les sedujo?

Hablé con Mariano Barroso pensando que podría ser un magnífico presidente, pero no quiso. Al final le convencí para que fuera vicepresidente. Le admiro mucho, es un apasionado del cine. Judith Colell nos recomendó a Nora Navas como el equilibrio perfecto para la terna. Representa a nuestros compañeros en Cataluña y aporta vitalidad y entusiasmo, rasgos que definen su personalidad. Me siento muy afortunada por tener a estos dos compañeros, tenemos muy buena química entre nosotros.

El ejemplo de Agustina de Aragón

No ha ocultado su desilusión por haber encabezado la única candidatura ¿por qué no hay pretendientes para presidir la Academia?

Sí, ha sido frustrante. Es más normal, justo y sano tener rivales. Hablan de los ‘marrones’ de la Academia… Esta presidencia espera y desea que todo cambie a partir de ahora.

¿Qué medidas hay que poner en marcha para fomentar la paridad entre hombres y mujeres en los diferentes sectores cinematográficos?

Soy feminista. Creo en la igualdad de género. Reivindico el talento de las mujeres y la igualdad en todos los ámbitos de la vida.

¿Cómo le gustaría que fueran los próximos Goya?

Una gala breve, dinámica y con humor, con mucho humor. Es muy importante que los galardonados entiendan que la ceremonia es un programa de televisión en directo, no pueden extenderse en sus agradecimientos. Hay que respetar el tiempo que uno tiene para agradecer un premio, tema en el que vamos a insistir como también lo haremos en el código de vestuario porque el cine también es glamour.

¿Qué es el cine para usted?

Una experiencia única.

Un país sin cinematografía es….

…un país sin espejo en el que mirarnos.

De toda su trayectoria, ¿de qué se siente más orgullosa?

De saber, de ser consciente de que me falta mucho por hacer. Mi mantra profesional sigue siendo el mismo: mi carrera empieza hoy.

Dígame un título imprescindible del cine español para usted.

Llevo tantos años en España que tengo muletillas. Una de las que más uso es ‘¡soy más española que Agustina de Aragón!’. Y, por fin, el otro día pude ver la película y me encantó, menuda superproducción. Esa es mi historia imprescindible.

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